miércoles, 22 de julio de 2020

Santiago de Cuba, 505 años.Comandante Hugo Chávez Frías: "Una avalancha de pueblo, de amor del bueno".




.Orlando Guevara Núñez

En diciembre de 2007, el Comandante Chávez visitó, en compañía del General de Ejército Raúl Castro, a la ciudad de Santiago. Tuve el honor de reportar para Sierra Maestra, las incidencias de ese emotivo encuentro. En la edición de este órgano de prensa, correspondiente al sábado 29 de diciembre de ese año, quedó el testimonio del cual extraigo estas notas.
A su llegada al Aeropuerto Internacional Antonio Maceo, el mandatario  bolivariano expresó:
“Cuando veníamos, desde el aire miraba la Sierra Maestra y entonces uno se imaginaba haber sido soldado de la Sierra Maestra. Yo soy un soldado guerrillero de la Sierra Maestra, del Cuartel Moncada, de ahí venimos. ¿Santiago? Santiago sigue siendo lo que ha sido: Cuna y motor de la Revolución”.
Al recorrer a pie el Paseo de Martí, expresaría: “Tenía que caminar aunque fuera una cuadra, una calle, una esquina. Sentir de cerca las manos, los rostros, el cariño de los santiagueros”.
En su visita al otrora Cuartel Moncada, el Comandante Chávez dejó testimonio escrito de su admiración por esta ciudad y su historia: “Moncada: cuna, viento, alma profunda y sencilla y semilla de la Revolución martiana…y de la Revolución bolivariana. Nosotros, hijos de esta estela, te saludamos y rendimos armas tremolando banderas. ¡Patria, Socialismo o Muerte! ¡Venceremos!”
Junto a estas palabras, el General de Ejército Raúl Castro escribió tres más: Estoy de acuerdo. Y estampó su firma.
En la ciudad de Santiago de Cuba, durante esta visita, Chávez recibió un estímulo de las autoridades de aquí, el cual agradeció con sentidas palabras:
 “Estoy muy emocionado al recibir la Réplica del Machete del Titán de Bronce Antonio Maceo. Yo soy un soldado patriota de las huestes de Antonio Maceo, de Simón Bolívar, de Miranda, de Sucre, de esos grandes titanes de oro, de bronce, de granito (…) Uno hubiese querido ser soldado raso de la Sierra Maestra, de las tropas de Fidel, de la guerrilla revolucionaria de Fidel. Y ahora  me entregan ustedes la Réplica de Machete de Antonio Maceo”.
Entre sus impresiones sobre la ciudad santiaguera, el jefe de la Revolución bolivariana señaló: “¡Llegó el día de llegar a Santiago! He conocido hoy la otra mitad del mundo (…) Lo de hoy ha sido una avalancha de pueblo, de amor del bueno, como dice una canción (…)  Estamos de nuevo en la hora de los hornos. (…) Somos una sola nación. Esta no ha sido una reunión internacional. No nos separa el Caribe, nos une”.


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