miércoles, 31 de octubre de 2018

Levantar el bloqueo contra Cuba: “matar dos pájaros de un tiro”





.Orlando Guevara Núñez
Levantar el bloqueo contra Cuba, sería, a decir de buen cubano, "matar dos pájaros de un tiro", es decir, resolver dos problemas con una misma acció. Por un lado, liberar a Cuba de esa injusta, criminal e ilegal medida. Y por otro,  levantarlo también contra el pueblo de los Estados Unidos, que por esa absurda política no puede viajar libremente a nuestro país;  sufre limitaciones en sus vínculos familiares; tiene prohibido el acceso a medicamentos que solo Cuba posee; no puede fumar el mejor habano del mundo, ni tomar el mejor ron, ni disfrutar de nuestras bellas playas; sus científicos, instituciones universitarias, sus artistas y otros intelectuales tienen vedado el intercambio con los nuestros, y sus empresarios no pueden comerciar, ni  sus bancos pueden realizar  operaciones con los cubanos. Estas, entre otras cosas.
¿Habrá otro país poderoso habitado por un pueblo más bloqueado que el de Estados Unidos?  Bueno, hay que reconocer que existirían allí algunos perdedores: aquellos que lucran con esa cavernícola medida y desvían para sus bolsillos buena parte de los millones que el gobierno norteamericano  saca de los contribuyentes para destinarlos a la subversión contra Cuba.

martes, 30 de octubre de 2018

Mañana, en la ONU: hacia otra victoria cubana contra el bloqueo yanqui




.Orlando Guevara Núñez

Mañana tendrá lugar la votación en la ONU sobre la Resolución presentada por Cuba, relacionada con la necesidad de poner fin al criminal bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por el gobierno de los Estados Unidos al pueblo cubano hace ya más de medio siglo.
Desde 1992  vienen realizándose estas votaciones. Y absolutamente en todas los resultados han sido favorables para Cuba. Año tras año, desde el punto de vista cualitativo, las victorias cubanas han sido más aplastantes.
En la primera ocasión, por ejemplo, los votos favorables fueron 59, tres en contra, 71 abstenciones y 46 ausencias. Ya en 1997, los votos favorables ascendieron a 143, con 3 en contra, 17 abstenciones y 22 ausencias. Véase como, en ese período, las abstenciones y ausencias fueron menos.
Cinco años más tarde, los votos favorables a Cuba ascendieron a 176, con tres en contra, con solo 4 abstenciones y 11 ausencias. Pero tras otro quinquenio, en el 2007, los países votantes a favor de Cuba fueron 184, con 4 en contra y una abstención.
Así, año tras año, las victorias cubanas han sido más contundentes. Un momento significativo fue en el 2916, cuando 191 países se pronunciaron por la eliminación del bloqueo y no hubo votos en contra, pues Estados Unidos  e Israel se abstuvieron. Y el pasado año se repitieron los 191 votos a favor, aunque los dos citados países votaron en contra.
El aislamiento a la política imperial contra Cuba ha sido sólido, quedando demostrada, de esa forma, la solidaridad de los pueblos con el nuestro y el repudio a una medida unilateral, criminal y genocida que viola los más elementales principios de la soberanía de las naciones y de los derechos humanos.
Pero si se quiere un ejemplo de ese aislamiento y del fracaso yanqui contra Cuba, véase este resultado: desde que se iniciaron las votaciones, en 1992, hasta la fecha, los votos contra la resolución cubana han llegado solo a 71. Y de éstos, 50 corresponden a Estados Unidos e Israel, y el resto repartidos en 6 países.
Nuestro pueblo tiene la seguridad de que, pese a las desquiciadas maniobras del gobierno de los Estados Unidos, sus presiones, chantajes e intentos de sobornos para restar apoyo a Cuba, las votaciones de mañana serán otra victoria cubana. Con toda seguridad la esperamos. Y la tomaremos como un nuevo reconocimiento al heroísmo y la dignidad de un pueblo que ha resistido el bloqueo, lo seguirá resistiendo, y lo vencerá.
Otra vez, la mentira y la prepotencia de Estados Unidos serán vencidas por la verdad y la razón de Cuba.

lunes, 29 de octubre de 2018

Solo pueden desertar de la política los que deserten de sus propios hijos




 Orlando Guevara Núñez

Este pensamiento  acomoda bien para quienes se auto proclaman contrarios a la política y dicen ser neutrales. Y es que todo está enmarcado, para bien o para mal, en una política. Fue en un trabajo titulado así: La política, publicado en Patria, el 19 de marzo de 1892, que nuestro Apóstol vertió este criterio. 
Afirma  que el espionaje español, comprendiendo que el peligro para la política de España está precisamente en la buena política revolucionaria, fomenta en los reformadores cubanos y en las casas de trabajo el odio a la política.
Y hace importantes definiciones sobre este término. Dice que la política es el estudio de los diversos medios de vida común que ha discernido o pueda discernir el hombre. Señala  que la aristocracia es una política y la democracia es otra. Que el zarismo es política, y es política la anarquía. Por ello, sentencia que los hombres que desean sinceramente una condición superior para el linaje  humano no pueden ser cómplices de la política de policía que anda predicando el desdén a la política.
Continúa Martí su reflexión exponiendo que el deber de procurar el bien mayor de un grupo de hijos del país; no puede ser superior al deber de procurar el bien de todos los hijos del país. Hace una diferencia entre la política protectora de intereses de poder, vanidad y apetitos, a la que defiende la virtud, y  lucha por salvar al pueblo.
 Defiende el principio de que cuando la política pretende un mero cambio de forma en un país, sin cambiar las condiciones de injusticia en que viven sus habitantes, y tiene por objeto, bajo el nombre de libertad, el reemplazo en el poder de unos autoritarios por otros, el deber de un hombre honrado no será nunca el de echarse a un lado de la política, para dejar que sus parásitos la gangrenen. Es la casa en que vive lo que le gangrenan, y ha de entrar en ella para purificarla, agrega.
En contraposición, asevera que cuando la política es para poner en condiciones de vida a los hombres que el gobierno priva de los medios de aspirar por el trabajo y el decoro a la felicidad, falta al deber de hombre quien se niegue a pelear por la política que busque ese derecho al trabajo y al decoro.
Proclama que los hombres que lo son, se juntan para salvar el barco de quienes lo desvían, y los hombres que no lo son, los hombres recortados, los egoístas, se echarán, solos, a los pocos botes de naufragio; dejando atrás a sus compañeros de desgracia y vagarán, abandonados, por las olas.
“La cobardía y la indiferencia no pueden ser nunca las leyes de la humanidad", a lo que suma que es necesario, para ser servido de todos, servir a todos.

domingo, 28 de octubre de 2018

De vez en cuando es necesario sacudir el mundo para que lo podrido caiga a tierra




 .Orlando Guevara Núñez

Esta cita de José Martí está contenida en una carta suya dirigida al Director del  periódico  El Partido Liberal,  de México, fechada el 20 de julio de 1887.  El tema está referido a la excomulgación, por el  Papa, del párroco Eduardo McGlynn, criticada por el Apóstol de la independencia cubana. En este caso el enjuiciamiento sobre la Iglesia es  severo y  pone al descubierto los intereses a los que sirve la institución.
Así lo expone  Martí: ¿Conque el que sirve a la libertad no puede servir a la iglesia?  ¿Con que hoy, como hace cuatro siglos, el que se niega a retractar la verdad que ve, y que la iglesia ataca donde no puede vencerla, o tiene que ser vil, y negar lo que está viendo, o en pago de haber levantado en un diócesis corrompida un tempo sin mancha, es echado al estercolero, sin agua bendita ni suelo sagrado para su cadáver?
Y prosigue: ¿Con que la iglesia se vuelve contra los pobres que la sustentan y los sacerdotes que estudian sus males? (…)  ¿Con que la iglesia no aprende historia, no aprende libertad, no aprende economía política?
La misiva expone los cambios operados en el mundo y el negativo papel de la iglesia respecto a los intereses de los pueblos. “Las religiones todas son  iguales: puestas unas sobre otras, no se llevan  un codo y una punta: se necesita ser un ignorante cabal, como salen tantos de universidades y academias, para no reconocer la identidad del mundo. Las religiones  todas han nacido de las mismas raíces, han adorado las mismas imágenes, han prosperado por las mismas virtudes  y se han corrompido por los mismos vicios”
Como “un cura virtuoso” califica al excomulgado. Y dirige al Papa una interrogación: ¿Se puede ser hombre y católico, o para ser católico se ha de tener alma de lacayo?  Y utiliza certeros argumentos:  “Con que el sol no se enoja porque se le diga que tiene manchas, ¿y el hijo de un país libre, porque lleva la túnica del que murió por sacar a los hombres de  pena no puede decir, cuando ya se tiene el hambre encima, cómo se remedia el hambre?
Y se refiere Martí a la reacción de los creyentes ante la medida papal contra  McGlynn: “Así, cuando cayeron sobre el piadoso sacerdote que con la dirección de la sabiduría busca  remedio en las leyes para evitar la revuelta sangrienta de los desesperados, se alzó contra estas excrecencias de Jesús el pueblo que lo ama, y a la excomunión de la Iglesia, que castiga al buen cura por servir al hombre, ha respondido el pueblo de Jesús excomulgando a la Iglesia. ¡Esa es nuestra  Iglesia, ese cura pálido!
Son aleccionadores los fragmentos que expone Martí sobre la autodefensa del cura excomulgado, viva denuncia sobre lo que considera una traición de la Iglesia a sus feligreses, en aras de congraciarse con los poderosos.
En otros trabajos, se refiere al mismo caso. Esta carta de Martí fue publicada también el diario argentino La Nación, con fecha 4 de septiembre del mismo 1887.

sábado, 27 de octubre de 2018

Por eso,Fernando...




 .Orlando Guevara Núñez
¿Y por qué ustedes están aquí, camarada cubano?
Otras veces yo habìa contestado con facilidad esa pregunta. Pero ahora, ante la pequeña y frágil figura de un niño de ocho años que hacìa preguntas de mayores, tenía que meditar la respuesta. Corrían los primeros meses de 1976.
Por eso permanecí algún rato en silencio y me limité a observar su cuerpecito semidesnudo, sus pies descalzos, su asombro y admiración ante mi fusil AK. Y tambièn su persistente mirada chocando contra la lata de sardinas que con mi bayoneta habìa acabado de abrir.
Aùn no le habìa contestado, pero Fernando seguía hablando, diciendo que Savimbi  “le tiene mucho miedo a los cubanos y a las FAPLA y los colonialistas se fueron huyendo y yo no quiero que vuelvan porque son muy malos”
Mientras él hablaba, yo habìa dejado de mirarlo. Y fijé la vista hacia el frente, donde en una vieja pared agujereada por las balas, unas letras verdes y grandes decían ¡Viva el internacionalismo proletario!  ¡La reacción no pasarà!
El niño se percatò y mirò hacia el mismo lugar. Y continuó su relato. Dijo que antes no se podìa ir a ese lugar porque era el cuartel de los colonialistas. “Ahora si voy, porque los soldados son amigos de los niños”. Y otra pregunta sale de sus labios, acompañada de un gesto que no se extingue hasta obtener la respuesta.
- Oye,  ¿y tú, no tienes niños?
Le contesto que sí, que tengo dos y son más chicos que él.
¿Y por qué los dejaste y viniste para acá?
 El lugar de mi respuesta lo ocupa otra pregunta.
-¿Sabes leer lo que dicen aquellas letras? Entonces Fernando inclina un poco la cabeza. Y dice que no sabe leer ni escribir, que no tiene escuela, maestros ni libros, aunque Joaquín le dijo que lo iba a enseñar.
- ¿Joaquín?
 -El comandante de las FAPLA. ¡Y nos va a enseñar a pelear!
Y Fernando continuaba hablando. Ni siquiera la sardina que ahora comía lo habìa hecho callar. Pero ya, para mí, su voz era casi un susurro imperceptible. Porque en esos momentos, yo no estaba en su pequeño poblado de Dondo. Mi pensamiento habìa viajado hacia la Patria lejana y recorría las escuelas y se mezclaba con las decenas de miles de pioneros y con el colorido de sus boinas y pañoletas rojas y azules, de sus uniformes, de sus medias y zapaticos nuevos. Pensé en todos ellos y muy especialmente en quienes con menos años que Fernando sí saben descifrar letreros…
 Pero la voz del niño me retorna de nuevo a la realidad.
- Cuando yo sea grande me gustaría ser piloto de guerra, o tanguista, o médico, o manejar un camión grande, grande, grande –levanta sus brazos y se yergue sobre las puntas de los pies para señalar la dimensión – de esos que tienen muchas ruedas.
Entonces miro al niño y  pienso en mis compañeros presentes allì en Angola y que fueron los Fernandos de la Cuba de ayer, que soñaron ser lo que ahora deseaba aquel pequeño… ¡Y ya lo eran!
Y es entonces que me siento junto al niño, dispuesto a contestar su primera pregunta, seguro de que ahora sì me entendería.
- Porque a los cubanos tampoco nos gustan los colonialistas. Porque al igual que tú, no queremos que los malos vuelvan a tu querida tierra. Para que los niños en tu Patria sean alegres y tengan escuelas, maestros, uniformes y libros y sepan leer todo lo que vean. Para que puedan ser aviadores, tanquistas, médicos, manejar camiones y ser lo que quieran ser. Por eso los cubanos estamos aquí en tu Patria, Fernando. ¡Por eso!