Breves apuntes martianos .Sobre los Estados Unidos
Orlando Guevara Núñez
José Martí conoció con profundidad a la sociedad norteamericana. La estudió y escribió sobre ella, desentrañando sus ventajas y sus defectos. Denunció las desigualdades, los odios y las contradicciones entre los poderosos y los desposeídos.
Alertó sobre el peligro de ese país para la libertad de los pueblos de América. He aquí algunos de los fragmentos martianos dedicados a este tema.
“Los hombres no aprenden aquí a amarse, ni aman al suelo donde nacen por casualidad y dónde bregan sin respiro en la lucha animal y atribulada por la existencia. Aquí se acumulan los ricos de una parte y los desesperados de otra. El Norte se cierra y está lleno de odios. Del Norte hay que ir saliendo”.
“El Norte ha sido injusto y codicioso ; ha pensado más en asegurar a unos pocos la fortuna, que en crear un pueblo para el bien de todos”.
“En el Norte no hay amparo ni raíz. En el Norte se agravan los problemas y no existe la caridad y el patriotismo que los pudieran resolver”. Y apuntó que: “Las leyes americanas han dado al Norte alto grado de prosperidad y lo han elevado al más alto grado de corrupción”.
“De nuestra sociología – dijo - se sabe poco y de leyes tan precisas como esta otra: Los pueblos de América son más libres y prósperos a medida que más se apartan de los Estados Unidos. Los pueblos de América ascienden a la libertad segura y generosa en la misma proporción que Estados Unidos desciende de ella”.
Otra opinión de profundidad fue ésta: “ De nuestra América se sabe menos de lo que urge saber aún por aquellos que fingen de opinadores en las cosas públicas y celebran a los Estados Unidos con tanta pasión como la que ponen en denigrar a los demás pueblos de América, sin conocer de estos ni aquellos más que la engañosa superficie”.
Carta a un amigo, en febrero de 1889: “De mí, no le diría más que quejumbres, sobre todo ahora que estoy fuera de mí, porque lo que desde hace años vengo temiendo y anunciando, se viene encima, que es la política conquistadora de los Estados Unidos, que ya anuncian oficialmente por boca de Blaine y Harrison su deseo de tratar de mano alta a todos nuestros países, como dependencias naturales de éste, y de comprar a Cuba. Para morir se necesita más de lo que parece, porque yo estoy muerto desde hace mucho tiempo, y vivo, pero si de una mala noticia se pudiera morir, yo habría muerto de esta