.Orlando Guevara Núñez
La ciencia cubana acaba de asombrar al mundo con la obtención, ya en ensayo clínico, de una vacuna contra la letal epidemia de la Covid-19. La aplicación comenzó el pasado 24 de este mes. Y hasta ahora los voluntarios sometidos a la prueba están evolucionando bien.
Será una vacuna para salvar vidas no solo en nuestro país, sino en otros lugares del mundo donde se necesite.
Soberana -0I, así se nombra esta vacuna, se suma a otras muchas ya producidas por nuestro país, con una alta incidencia para la salud cubana y otras naciones.
Este resultado no es una casualidad, ni un hecho fortuito. El país durante muchos años, pese al criminal bloqueo de los Estados Unidos, ha venido prestando un gran interés y una dedicación especial al desarrollo científico en todos los campos, y muy especialmente en la salud.
En fecha tan temprana de la Revolución, como fue la del 15 de enero de 1960, el Comandante en Jefe Fidel Castro, ante la Sociedad Espeleológica de Cuba, en la Academia de Ciencias de Cuba, expresó unas palabras que trazaron el camino.
“El futuro de nuestra patria tiene que ser necesariamente un futuro de hombres de ciencia, tiene que ser un futuro de hombres de pensamiento, porque precisamente es lo que más estamos sembrando…”.
Así, lo que hoy se cosecha, es fruto de aquella visión de Fidel. Y no solo de su visión, sino, sobre todo, de su dedicación, empeño y confianza. En este campo, sin dudas, Cuba continuará desbrozando caminos para bien de su pueblo y de toda la humanidad.
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