En la antesala del Moncada: “Compañeros: Podrán vencer dentro de unas horas o ser vencidos, pero de todas maneras, óiganlo bien, compañeros, este movimiento triunfará. Si vencemos mañana, se hará más pronto lo que aspiró Martí.
En el Manifiesto del Moncada: “Ante la tragedia de Cuba, contemplada en calma por líderes políticos sin honra, se alza en esta hora decisiva, arrogante y potente, la juventud del Centenario, que no mantiene otro interés como no sea el decidido anhelo de honrar con sacrificio y triunfo el sueño irrealizado de Martí”.
En el juicio del Moncada: “Nadie debe preocuparse de que lo acusen de ser autor intelectual de la Revolución, porque el ´único autor intelectual del asalto al Moncada es José Martí, el Apóstol de nuestra independencia”.
En La historia me absolverá: “Traigo en el corazón las doctrinas del Maestro y en el pensamiento las nobles ideas de todos los hombres que han luchado por la libertad de los pueblos”.
“Parecía que el Apóstol iba a morir en el año de su centenario, que su memoria se extinguiría para siempre, ¡tanta era la afrenta! Pero vive, no ha muerto, su pueblo es rebelde, su pueblo es digno, su pueblo es fiel a su recuerdo; hay cubanos que han caído defendiendo sus doctrinas, hay jóvenes que en magnífico desagravio vinieron a morir junto a su tumba, a darle su sangre y su vida para que él siga viviendo en el alma de la patria. ¡Cuba, qué sería de ti si hubieras dejado morir a tu Apóstol!
No hay comentarios:
Publicar un comentario