.Orlando Guevara Núñez
Crónica escrita en Bohemia,
en 1947, y tomada del libro Santiago de
Cuba siglo XX, cronistas y viajeros miran la ciudad,
editado por la Oficina del Historiador de la Ciudad, Editorial Oriente.
“Santiago de Cuba es de
nuestras ciudades una de las de más fuerte tradición cubana. Quienquiera que
haya estado allí sabe de ese fervor patriótico, de ese modo de pensar cubano
tan característico del oriental y particularmente del santiaguero. Fervor hondo,
apasionado, mantenido vivo a través de los años. Quizás si la distancia ha
contribuido en gran parte a mantener allí, casi como un culto primitivo,
nuestras más heroicas tradiciones. Mientras en La Habana y en el resto de la
Isla las grandes figuras del pasado, los hechos gloriosos del ayer, se ven ya
como páginas de historia, como fríos monumentos, en Santiago esos nombres y
sucesos viven como realidades presentes. Para el oriental es como si nada
hubiese muerto. Ven con los ojos y el corazón los acontecimientos del ayer como
si fuesen cosas actuales. Por eso en sus bocas los héroes no alcanzan todavía
fervor de santos. Son humanos. Y así los llaman por sus simples nombres, José,
Calixto, Antonio y aún el Apóstol vive allí, despojado de todo santuario místico. Pero en esa sencillez está
quizá el culto más hondo, el más humano fervor. Y es que en esa tierra de
mambises donde cada familia tiene por tronco un héroe, donde cada casa es una
página de historia, el santiaguero no ha podido ver muerto todo lo que el hogar
y la calle le mantienen todavía de modo tan entrañablemente vivo”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario