miércoles, 31 de enero de 2018

El pueblo más feliz es el que tenga mejor educados a sus hijos, en la instrucción del pensamiento, y en la dirección de los sentimientos.(…) Un pueblo instruido será siempre fuerte y libre





 .Orlando Guevara Núñez

Estos preceptos martianos estuvieron entre los citados por Fidel Castro durante el juicio por los hechos del 26 de julio de 1953. Y su puesta en práctica se inició desde los días primeros del triunfo de la Revolución, convirtiéndose en fuerza para el desarrollo de la nación.
En la búsqueda sobre su origen, los encontramos en el tomo  19 de las Obras Completas de José Martí. Pero no como discurso, ni artículo, ni epistolario. Aparecen dentro del tema Juicios y, específicamente, Educación Popular. Son notas no enmarcadas en fecha.
En este contexto escribe Martí uno de sus pensamientos más difundidos en Cuba sobre la enseñanza: Al venir a la tierra, todo hombre tiene derecho a que se le eduque, y después, en pago, el deber de contribuir a la educación  de los demás.
También, en ese escrito define que: Instrucción no es lo mismo que educación: aquella se refiere al pensamiento y ésta, principalmente, a los sentimientos.
En otra parte de esos apuntes, el maestro Martí afirma que "El que sabe más, vale más. Saber es tener. La moneda se funde, y el saber no.  Los bonos, o papel moneda, valen más, o menos, o nada: el saber siempre vale lo mismo, y siempre mucho. Un rico necesita de sus monedas para vivir, y pueden perdérsele, y ya no tiene modos de vida. Un hombre instruido vive de su ciencia, y como la lleva en sí, no se le pierde, y su existencia es fácil  y segura.
(…) “Un pueblo virtuoso vivirá más feliz y más rico que otro lleno de vicios, y se defenderá mejor de todo ataque”. .

domingo, 28 de enero de 2018

Tributo de pueblo a José Martí ante su tumba




.Orlando Guevara Núñez

Honrar honra. Con ese sentimiento martiano, miles de santiagueros y santiagueras, de todas las edades, acudieron este mañana,28 de enero, al cementerio Santa Ifigenia, para rendir tributo a nuestro Héroe Nacional, en el aniversario 165 de su natalicio.
Es imposible visitar este lugar sin que los recuerdos conmuevan  y la evocación de las glorias pasadas se  transforme en incentivo para asumir los combates presentes y los que están por venir.
José Martí se retrató a sí mismo cuando aseveró que la muerte no es verdad  cuando se ha cumplido bien la obra de la vida. Hoy, él sintetiza la historia del pueblo cubano en su lucha por la libertad e independencia.
Y sencilla, como sencilla fue su vida, transcurrió hoy la ceremonia de homenaje. Dirigentes del Partido Comunista de Cuba y del Gobierno en la provincia, oficiales de las Fuerzas Armadas y del Ministerio del Interior, representantes de la Unión de Jóvenes Comunistas, de las organizaciones estudiantiles y de masas, junto a Combatientes de la Revolución Cubana, se dieron cita en el acto político cultural.
Hoy, jóvenes estudiantes de escuelas militares se sumaron a la guardia de honor permanente que rinde honor a José Martí, a Carlos Manuel de Céspedes, a Mariana Grajales y al Comandante en Jefe Fidel Castro.
Al final, un homenaje devenido compromiso: seguir engrandeciendo y defendiendo la obra revolucionaria cubana, como el tributo más digno al hombre que inspiró esa obra y la continúa sosteniendo con su prédica y su ejemplo.

sábado, 27 de enero de 2018

Viví en el monstruo, y le conozco las entrañas y mi honda es la de David



 .Orlando Guevara Núñez
Basta leer o escuchar esas palabras para saber que fueron escritas por José Martí el día antes de su caída en Dos Ríos, es decir, el 18 de mayo de 1895. El destinatario fue su amigo mexicano Manuel Mercado. La muerte de nuestro Héroe Nacional dejó inconclusa esta carta. Pero aún así, constituye un valioso documento histórico y político.
Estaba Martí consciente de la posibilidad de morir. Por eso escribe en la misma misiva:  “Ya estoy todos los días en peligro  de dar mi vida por mi país y mi deber- puesto que lo entiendo y tengo fuerzas para realizarlo-  de impedir a tiempo con la independencia de Cuba, que se extiendan por las Antillas los Estados Unidos y caigan, con esa fuerza más, sobre nuestras tierras de América. Cuanto hice hasta hoy, y haré, es para eso”.
Clara definición antiimperialista  de José Martí, que supo vislumbrar el carácter ambicioso y ansias de expansión y dominio del naciente imperialismo.
A esa potencia, el monstruo donde vivió, Estados Unidos,  la califica como  El Norte revuelto y brutal que los desprecia,  refiriéndose  a los pueblos de América, en peligro de ser absorbidos por el anexionismo.
Relata Martí su reciente conversación con  un corresponsal del Herald; hablan del anexionismo, de las posiciones autonomistas y éste le refiere una opinión  dada a entender de Martínez Campos, sobre  que  llegada la hora España preferiría entenderse con los Estados Unidos a rendir la isla a los cubanos.
Se refiere a un tema relacionado con la experiencia de la guerra de 1868. “La revolución desea  plena libertad en el ejército., sin las trabas que antes le opuso una Cámara sin sanción real, o la suspicacia de una juventud celosa de su republicanismo, o los celos, y temores de excesiva prominencia futura.  Puntualiza su criterio de que  un pueblo no se puede guiar contra el alma que lo mueve, o sin ella.
“Sé desaparecer. Pero no desaparecería mi pensamiento, ni me agriaría mi oscuridad. (…)
“Hay afectos de tan delicada honestidad… Ahí quedó tronchada la carta. Adviértase su última palabra: honestidad.

viernes, 26 de enero de 2018

De América soy hijo: a ella me debo.




.Orlando  Guevara Núñez

Este sentimiento latinoamericanista de José Martí está contenido en una carta por él escrita a su amigo venezolano Fausto Teodoro de Aldrey, firmada en Caracas, el 27 de julio de 1881.
En la misma epístola, el Héroe Nacional cubano expresa otras palabras muy conocidas por los cubanos y otras latitudes: Deme Venezuela en qué servirla: ella tiene en mí un hijo.
El párrafo íntegro: De América soy hijo: a ella me debo. Y de la América, a cuya revelación, sacudimiento y fundación urgente me consagro,  esta es la cuna; ni hay para labios dulces copa amarga; ni el áspid muerde en pechos varoniles.; ni de su cuna reniegan hijos fieles. Deme Venezuela en qué servirla: ella tiene en mí un hijo.
Martí no pudo despedirse personalmente de su amigo por la premura de la salida, conocida por él un día antes. Así lo explica en su párrafo  inicial:  Mañana dejo a Venezuela y me vuelvo camino a Nueva York. Con tal premura he resuelto este viaje, que ni el tiempo me alcanza a estrechar, antes de irme, las manos nobles que en esta ciudad se me han tendido (…)
Martí informó a su amigo Fausto Teodoro de Aldrey que, con su partida, dejaba de existir la Revista Venezolana, por él fundada y dirigida, de la cual llegaron a editarse solo dos números.
En realidad, su partida no fue idea suya, sino decisión del presidente de Venezuela, enojado ante un artículo de Martí publicado en la mencionada revista, alabando  al fallecido intelectual de ese país, Cecilio Acosta, contrario del gobierno.
Queda también, por tanto,- escribe en igual misiva- suspendido el cobro de la primea mensualidad: nada cobro, ni podrá cobrar nadie en mi nombre, por ella (…)  Cedo alegre, como quien cede hijos honrados, esos inquietos pensamientos míos, a los que a los que han sido capaces de estimármelos. Como que aflige cobrar por lo que se piensa; y más si, cuando se piensa, se ama.
Martí parte de Venezuela apesadumbrado. Pero con aliento para proseguir la lucha.

jueves, 25 de enero de 2018

Los cubanos hemos peleado como hombres y a veces como gigantes, para ser libres



.Orlando Guevara Núñez

He aquí un pensamiento martiano expresado en un alegato de defensa al pueblo cubano, contenido en carta enviada al periódico The Evening Post, de 
New York, respondiendo a un artículo de esa publicación, el 25 de marzo de 1889, con varias ofensa a nuestro pueblo.
La carta respuesta está firmada por Martí, también en New York, el 21 de marzo de igual año. Su título fue: Vindicación a Cuba.
El tema abordado por The Evening Post, fue la posible anexión de Cuba a los Estados Unidos, aprovechando para señalar deméritos de los cubanos.
Martí puntualiza en su respuesta: No es éste el momento de discutir el asunto de la anexión de Cuba. Es probable que ningún cubano que tenga en algo  su decoro, desee ver su país unido a otro donde los que guían la opinión  comparten respecto a él las preocupaciones sólo excusables a la política fanfarrona o la desordenada ignorancia.
Ningún cubano honrado se humillará – afirmó- hasta verse recibido como un apestado moral, por el mero valor de su tierra, en un pueblo que niega su capacidad, insulta su virtud y desprecia su carácter.
Por otra parte, defendió Martí la capacidad de cubanos que habían peleado en la guerra contra España, de los que en la emigración se habían destacado como laboriosos y en el Cayo, habían levantado una ciudad donde Estados Unidos no había logrado tener más que casuchas, y  a los muchos reconocidos por sus méritos como científicos, comerciantes, empresarios, ingenieros, maestros, abogados, artistas, periodistas, oradores  y poetas, donde habían tenido la oportunidad de demostrar sus cualidades.
De esos cubanos dijo que no podrían creer  honradamente que la adoración a la riqueza, el individualismo excesivo, junto al júbilo de una victoria terrible, estén preparando a los Estados Unidos para ser una nación donde no ha de haber opinión basada en el apetito inmoderado de poder, ni adquisición de triunfos contrarios a la bondad y la justicia. Amamos a la patria de Lincoln como tememos a la patria de Cutting.
En el pensamiento citado, al principio no aparece la palabra cubano, aunque está claro que a ellos se refiere: Hemos sufrido impacientes bajo la tiranía; hemos peleado como hombres, y algunas veces como gigantes, para ser libres.
En evidente alusión al gobierno de los Estados Unidos, dice Martí, en relación con la capacidad cubana de liberarse del yugo español, que  Merecemos, en la hora de nuestro infortunio, el respeto de los que no nos ayudaron cuando quisimos sacudirlo.
Una por una rebatió las ofensas. Y en cada caso destacó las virtudes del pueblo cubano. Afirmó, al final, que La lucha no ha cesado y que “solo con la vida cesará entre nosotros la batalla por la libertad”.
Un día de 2016, visité en la localidad de Montecristi, Ecuador, un memorial allí erigido, en la cuna del patriota Eloy Alfaro. Dos cosas me impresionaron mucho. A la entrada, el único busto es el de José Martí. En el interior, junto a una gigantografía con un pensamiento de Alfaro, amigo del héroe cubano, está el citado al inicio de este trabajo.