jueves, 25 de enero de 2018

Los cubanos hemos peleado como hombres y a veces como gigantes, para ser libres



.Orlando Guevara Núñez

He aquí un pensamiento martiano expresado en un alegato de defensa al pueblo cubano, contenido en carta enviada al periódico The Evening Post, de 
New York, respondiendo a un artículo de esa publicación, el 25 de marzo de 1889, con varias ofensa a nuestro pueblo.
La carta respuesta está firmada por Martí, también en New York, el 21 de marzo de igual año. Su título fue: Vindicación a Cuba.
El tema abordado por The Evening Post, fue la posible anexión de Cuba a los Estados Unidos, aprovechando para señalar deméritos de los cubanos.
Martí puntualiza en su respuesta: No es éste el momento de discutir el asunto de la anexión de Cuba. Es probable que ningún cubano que tenga en algo  su decoro, desee ver su país unido a otro donde los que guían la opinión  comparten respecto a él las preocupaciones sólo excusables a la política fanfarrona o la desordenada ignorancia.
Ningún cubano honrado se humillará – afirmó- hasta verse recibido como un apestado moral, por el mero valor de su tierra, en un pueblo que niega su capacidad, insulta su virtud y desprecia su carácter.
Por otra parte, defendió Martí la capacidad de cubanos que habían peleado en la guerra contra España, de los que en la emigración se habían destacado como laboriosos y en el Cayo, habían levantado una ciudad donde Estados Unidos no había logrado tener más que casuchas, y  a los muchos reconocidos por sus méritos como científicos, comerciantes, empresarios, ingenieros, maestros, abogados, artistas, periodistas, oradores  y poetas, donde habían tenido la oportunidad de demostrar sus cualidades.
De esos cubanos dijo que no podrían creer  honradamente que la adoración a la riqueza, el individualismo excesivo, junto al júbilo de una victoria terrible, estén preparando a los Estados Unidos para ser una nación donde no ha de haber opinión basada en el apetito inmoderado de poder, ni adquisición de triunfos contrarios a la bondad y la justicia. Amamos a la patria de Lincoln como tememos a la patria de Cutting.
En el pensamiento citado, al principio no aparece la palabra cubano, aunque está claro que a ellos se refiere: Hemos sufrido impacientes bajo la tiranía; hemos peleado como hombres, y algunas veces como gigantes, para ser libres.
En evidente alusión al gobierno de los Estados Unidos, dice Martí, en relación con la capacidad cubana de liberarse del yugo español, que  Merecemos, en la hora de nuestro infortunio, el respeto de los que no nos ayudaron cuando quisimos sacudirlo.
Una por una rebatió las ofensas. Y en cada caso destacó las virtudes del pueblo cubano. Afirmó, al final, que La lucha no ha cesado y que “solo con la vida cesará entre nosotros la batalla por la libertad”.
Un día de 2016, visité en la localidad de Montecristi, Ecuador, un memorial allí erigido, en la cuna del patriota Eloy Alfaro. Dos cosas me impresionaron mucho. A la entrada, el único busto es el de José Martí. En el interior, junto a una gigantografía con un pensamiento de Alfaro, amigo del héroe cubano, está el citado al inicio de este trabajo.

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