viernes, 5 de junio de 2020

El Ministerio del Interior cubano Una trinchera compartida con el pueblo



. Orlando Guevara Núñez.

Este 6 de junio, como todos los años, nuestro pueblo resume el homenaje que han sabido ganarse nuestros combatientes del Ministerio del Interior (MININT)  todos los días con su abnegado trabajo en la construcción y defensa de la Revolución.
Cuando nació esta institución armada cubana, estaban todavía frescas las huellas de la invasión mercenaria de Playa Girón y no se había apagado el eco de los disparos con los cuales nuestro pueblo firmó la primera derrota militar del imperio norteamericano en América.
Nuestro Ministerio del Interior surgió en el momento histórico en que la unidad revolucionaria tuvo un hito decisivo, al unirse en una sola organización las tres fuerzas fundamentales que habían encabezado la lucha contra la tiranía batistiana,  hecho antecedente de nuestro actual Partido Comunista de Cuba.
Desde su nacimiento,  sus órganos y combatientes tuvieron que forjarse en una lucha directa frente a la tenebrosa Agencia Central de Inteligencia de los Estados Unidos, la CIA, en cuya acción depositaron  inicialmente los mandatarios yanquis y la contrarrevolución interna sus esperanzas para derrotar a la Revolución.
La historia forjada por el MININT  ha sido de un intenso quehacer, de dura, pero exitosa acción contra las organizaciones y grupos reaccionarios internos, contra las bandas de alzados organizadas, armadas y dirigidas por la CIA y el gobierno norteamericano. Fue decisiva la acción de nuestro Ministerio del Interior en la penetración y destrucción de esas bandas, en la aniquilación de las infiltraciones enemigas en territorio cubano, así como también en el descubrimiento y frustración de cientos de atentados contra los dirigentes cubanos  y de sabotajes que atentaban contra la vida de los obreros, de la población civil y de importantes recursos de la economía.
Fieles en todo momento a la Revolución, a Fidel, a Raúl, al Partido y al pueblo que siempre ha tenido  en él  un escudo protector y un baluarte inclaudicable de su defensa.
Muchos combatientes han perdido la vida en misiones entre el enemigo, haciéndose pasar como traidores a la Patria,  sin ni siquiera recibir, en ese momento, el homenaje de nuestro pueblo. A ellos también dedicamos hoy los cubanos  nuestro recuerdo y nuestro homenaje, y nos inclinamos ante sus tumbas y su recuerdo, ofrendándoles el cariño y el respeto de un pueblo que les ha asignado un sitial de honor en lo más alto de su historia combativa y revolucionaria.
Otros, como Gerardo, René, Ramón, Antonio y Fernando,  guardaron, durante varios años,  injusta prisión en cárceles norteamericanas. Los acusaron falsamente de espías, aunque está demostrado que nunca ninguno de ellos obtuvo ni trató de obtener información sobre ese gobierno, ni atentó contra la seguridad de ese país, ni contra la vida de nadie.  Lucharon, eso sí,  contra grupos terroristas que desde el vientre de ese imperio actuaban y siguen actuando con toda impunidad y protección para agredir a Cuba.
El enemigo imperialista y la mafia contrarrevolucionaria odian con toda la irracionalidad del mundo a nuestro Ministerio del Interior. Lo ven como una pesadilla. Por eso, entre sus medidas primeras tras un pretendido y soñado derrocamiento de la Revolución, está la de eliminar este órgano y sustituirlo por una policía organizada y asesorada por ellos, al estilo de los cuerpos  represivos existentes antes del 1ro. de enero de 1959, causantes de los más bárbaros crímenes contra la población cubana.
Es un odio que lejos de ofender y manchar, enaltece y honra a los combatientes del Ministerio del Interior. Los enemigos de la Revolución tienen muchas razones para odiarlos, pero siempre serán menos que las que tiene nuestro pueblo para quererlos y admirarlos.
A lo largo de estos  años de existencia, las responsabilidades y la obra del Ministerio del Interior no han dejado de crecer en magnitud, en profesionalidad y entrega. Siempre como guardián de los intereses del pueblo no solo frente a las actividades enemigas, sino también en otros frentes y tareas importantes, entre éstas las relacionadas con el tránsito, contra incendios, contra drogas, carné de indentidad y orden público.
Hoy, cuando en muchos países del mundo, incluidos los Estados Unidos, se reconoce, se aplica y se justifica la tortura contra los prisioneros, Cuba puede decir con orgullo que jamás se ha utilizado la violencia contra los detenidos, ni se ha usado la tortura como medio para obtener información. Esa ética nació junto a la lucha revolucionaria, se desarrolló en la Sierra Maestra y  ha sido practicada sin excepción frente a los más connotados enemigos y los más graves hechos contra nuestra Revolución.
Entre otras tareas que no pueden dejar de mencionarse en este significativo aniversario, está la atención al sistema penitenciario, sin igual en el mundo,  no solo por  el respeto a los sancionados, sino también por la  promoción de la superación cultural, sus vínculos familiares, trabajo remunerado y una reeducación que en muchos casos conduce a la rebaja de las condenas y a la reintegración a la sociedad, como personas útiles.
Sólo un pensamiento basado en la confianza sin límites en el ser humano, es capaz de generar ideas de tan alto contenido ético, moral y revolucionario.
En los casos de desastres naturales, ahí, en la primera línea de peligro para proteger la vida de la población, han estado nuestros combatientes del MININT.
Junto a nuestras Fuerzas Armadas Revolucionarias y al  pueblo, han escrito los combatientes del MININT  las más brillantes páginas en la historia del internacionalismo proletario, respondiendo al llamado del Partido, de Fidel y de Raúl, para ayudar a pueblos hermanos a  preservar su independencia frente las agresiones del imperialismo internacional.
Sangre de muchos combatientes del Ministerio del Interior, se derramó en esas gloriosas misiones, donde nuestro pueblo ratificó el legado martiano de que Patria es humanidad.
Los intentos imperiales de destruirnos, se estrellan contra la voluntad, la capacidad  y  la convicción de nuestros combatientes del MININT.  Por eso  al rememorar  la fundación del Ministerio del Interior, los cubanos suscribimos una vez más  las palabras del Comandante en Jefe Fidel Castro, evocadas por el compañero Raúl:
“Mientras exista el imperialismo, el Partido, el Estado y el pueblo, prestarán a los servicios de la defensa la máxima atención. La guardia revolucionaria no se descuidará jamás. La historia enseña con demasiada elocuencia que los que olvidan este principio no sobreviven al error”.
Por eso este  6 de junio  para todos los combatientes del MININT, el abrazo  fraterno y la confianza multiplicada de todo un pueblo que siempre tendrá con ellos una trinchera compartida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario