Orlando Guevara Núñez
Con el título Persona
y patria. El 1ro. de abril de 1893, publicó José Martí un
artículo en el
periódico Patria en el cual escribe
este pensamiento. Enfatiza,
en esta ocasión, el papel rector del Partido Revolucionario Cubano como
organización de los cubanos, y puntualiza que el Delegado electo no es “la
cabeza imperante e inamovible, de cuyo capricho o alucinación depende el
sacudimiento y llamada a muerte del país en que nació”.
Analiza que puede hoy ser
uno y mañana otro el Delegado. Y rebate y alerta sobre una campaña en Cuba para
desacreditar su persona. Afirma que “El Partido Revolucionario Cubano es la
unión de pensamiento y voluntad de todas las organizaciones cubanas y
puertorriqueñas del destierro”
Reafirma su convicción de
que el poder está en todos, no en una persona. Y dice que para zares no es nuestra sangre.
Sobre nuestro pueblo, escribe: “El cubano, indómito a veces por lujo de
rebeldía, es tan áspero al despotismo como cortés con la razón”. El cubano es independiente, moderado y
altivo. Es su dueño y no quiere dueños. Quien pretenda ensillarlo, será
sacudido.
Se refirió a que en América
había pueblos que estaban al caer, porque la libertad quedó en manos de gente que no la amaba, o la entendía solo
para su casta superior. Es cuando afirma: “Pero en nosotros hay una masa
pública, que conoce y adora la libertad, que la habla y escribe, que la razona
y la acomoda a lo verdadero, que la defenderá con las uñas y con los dientes;
¡allí estaremos todos, defendiéndola! ¡No hay placer como el de defenderla!: el cubano, antes que la libertad, se
arranca la vida”.
Conoce los obstáculos contra los que debe lucharse, pues
la sociedad no es
perfecta. Menciona a los
indiferentes, egoístas, viciosos, pero
confía en que esa gente puede sumarse a la revolución. El Partido Revolucionario vive y triunfa, porque es la libertad,
opina.
Volviendo sobre el tema de lo personal y la patria,
puntualiza que “La persona hemos puesto de lado”; ¡bendita sea la patria! Hace
una importante definición: la de que “La guerra que prevé y ayuda el Partido
Revolucionario Cubano es la guerra de todos (…) y lo que no sea guerra de
todos, y de seguro lleve la voz que ha de llevar, o no es verdad, o es la
guerra de rincón”. Asevera que la idea de la persona redentora es de otro mundo
y edades, no de un pueblo crítico y complejo que no se lanzará a un sacrificio
estéril, sino por sus verdaderos intereses y su bienestar
No hay comentarios:
Publicar un comentario