.
Orlando Guevara Núñez
Como
es sabido, la Demanda del Pueblo de Cuba al gobierno de los Estados Unidos por
daños humanos, contabilizó la muerte de 3 478 cubanos y 2099 incapacitados
permanentes. Ha sido siempre una guerra sucia, con el fin de hacer desaparecer
por completo la Revolución y regresar el país al capitalismo salvaje que
padeció antes del triunfo popular del 1ro. de enero de 1959.
Es
imposible en un solo articulo, enumerar todos los crímenes sufridos por el
pueblo cubano, causados por los distintos gobiernos norteamericanos a partir de
la victoria revolucionaria. Pero algunas consideraciones y datos ofrecen la
magnitud del crimen.
El 4 de marzo de 1960, la Agencia Central de
Inteligencia (CIA) hizo estallar en el puerto de La Habana el vapor francés La
Coubre, transportador de un cargamento de armas para defender la soberanía
cubana. El sabotaje costó la vida de 101 personas, entre ellas seis de
nacionalidad francesa. Y centenares de heridos.
Entre
1961 y 1965 el gobierno de los Estados Unidos, a través de la CIA, organizó,
armó y dirigió la creación en Cuba de 299 bandas contrarrevolucionarias,
con 3 995 mercenarios que asesinaron a
maestros, campesinos, obreros, a familias humildes, incluyendo a niños. El
pueblo miliciano, sumado a nuestras instituciones armadas, aniquiló a estas bandas,
al costo de 549 muertos y cientos de heridos.
El
17 de abril de 1961, se produjo la invasión
mercenaria de Playa Girón, también organizada, dirigida, armada,
entrenada y financiada, con 45 millones de dólares, por el gobierno de los Estados Unidos. La
agresión, respaldada por barcos, av iones, tanques y artillería, fue
pulverizada en menos de 72 horas. Pero Cuba, en su legítima defensa, perdió la
vida de 176 de sus hijos, con más de 300
heridos, muchos de ellos con discapacidad permanente.
En
la demanda cubana se denuncia que desde el 30 de noviembre de 1961, cuando el
presidente yanqui,Kennedy, dio luz verde
al llamado Proyecto Cuba, hasta enero
de 1963, fueron ejecutadas 5 780
acciones terroristas contra nuestro país, entre éstas 716 sabotajes de
envergadura contra instalaciones industriales importantes.
A
esa tenebrosa lista criminal, pueden sumarse en el expediente de la guerra de
Estados Unidos contra Cuba, 638
conspiraciones contra la vida del Comandante en Jefe Fidel Castro. “Quedaría por
reflexionar sobre el número de los que no llegaron a conocerse jamás”, afirma
el documento reclamatorio.
A
parte de todo eso, entre 1962 y 1994, se realizaron desde la ilegal Base Naval
de Guantánamo 13 498 acciones de provocación, “siendo las más comunes las
ofensas de palabra, la realización de gestos obscenos y actos pornográficos,
las violaciones de la línea divisoria rompiendo sectores de la cerca y en otros
casos cruzándola hacia el territorio libre, la iluminación con reflectores de
las casetas donde cubren sus postas los soldados cubanos, la realización de
disparos con armas, acciones de apuntar amenazantemente con cañones, tanques y
ametralladoras contra nuestro personal e instalaciones, reiteradas violaciones
del espacio aéreo cubano, incluido el aterrizaje de helicópteros fuera del
perímetro de la base, así como violaciones de nuestro espacio marítimo” .
Inclúyase aquí ocho muertos y 15 que
sufrieron discapacitación.
Quema
de cañaverales por avionetas mercenarias, secuestro de naves aéreas, incendio
de establecimientos, agresiones a tripulaciones pesqueras, asesinatos,
infiltraciones mercenarias, violaciones de nuestro espacio aéreo, lanzamiento
de propaganda contrarrevolucionaria… la lista es larga y tenebrosa. Los
agresores y asesinos, en todos los casos o han procedido de los Estados Unidos, o se han s
recibido allá como héroes. Y cuando han sido capturados, juzgados y sancionados
por la justicia cubana, las campañas imperiales
han difundido por el mundo las más burdas mentiras sobre la realidad de
los hechos.
Estos
son solo algunos ejemplos. Las agresiones, las calumnias, las amenazas, el
bloqueo, no han cesado nunca. Recientemente, el gobierno yanqui acusó a Cuba de
narcotráfico. El cinismo imperial
desborda límites. Ellos saben perfectamente
que aquí la tolerancia es cero contra
ese flagelo que ellos lideran en el mundo. Y saben también
que son, en Colombia, el mayor protector del suministro de drogas a su
país. Pero necesitan de la mentira y sin escrúpulos de ninguna clase, pretenden
trasladar la responsabilidad a
Cuba y Venezuela.
La
verdad, sin embargo, no puede ser ni ocultada, ni destruida. El mundo entero la
conoce.
No hay comentarios:
Publicar un comentario