. Orlando Guevara
Núñez
La fecha del 16 de
abril de 1961, tiene un alto significado
histórico para el pueblo cubano. Tres acontecimientos patrióticos se celebran
ese día.
El primero, la proclamación del carácter socialista de la
Revolución cubana, marcando el inicio de una nueva etapa en la lucha de los
pueblos de nuestra América irredenta por su segunda independencia.
El
segundo, la fundación de nuestro Partido Comunista de Cuba. El 16 de abril de
1961 no hubo evento partidista alguno, pero se escogió esa fecha por su simbolismo de unidad revolucionaria y
de disposición de todo el pueblo de defender hasta con su propia vida las ideas
socialistas.
Hasta los acontecimientos de Playa Girón, las
principales organizaciones que habían luchado contra la tiranía batistiana – el
Movimiento Revolucionario 26 de Julio con su Ejército Rebelde, el Directorio
Revolucionario 13 de Marzo y el Partido Socialista Popular, trabajaban con un
mismo fin, pero no se habían unido en una sola. A partir de entonces, se
unieron primero en las Organizaciones Revolucionarias Integradas, base para el
posterior surgimiento del Partido Unido de la Revolución Socialista de Cuba,
hasta octubre de 1965, que adoptó su nombre actual: Partido Comunista de Cuba.
La validez
histórica de nuestro Partido, fue definida por su Primer Secretario, el
compañero Fidel: “Las geniales ideas de Martí y Lenin acerca de la necesidad de
un Partido para dirigir, estaban más que nunca presentes. Su ideal no podía ser
el pensamiento liberal o burgués, sino la de la clase social revolucionaria que
la historia misma había colocado al frente de la lucha por la liberación de la
humanidad: la de la clase obrera, el marxismo-leninismo, que ya habían
enarbolado valientemente en 1925, Baliño y Mella”.
Otra
significación histórica del 16 de abril, es la conmemoración del Día del
Miliciano. Las Milicias Nacionales Revolucionarias se habían creado el 26 de
octubre de 1959. Pero se honra a los milicianos cada 16 de abril, como perenne
homenaje no sólo a los caídos en Playa Girón y a quienes contribuyeron a la
derrota de los mercenarios o
cayeron en otros frentes de combate,
sino también a los cientos de miles que empuñaron sus armas y ocuparon sus
trincheras, dispuestos a morir en
defensa de la Revolución. Con sus puños en alto, enarbolando sus fusiles,
nuestras milicias defendieron las ideas proclamadas aquel memorable día.
Así, este
16 de abril resume el heroísmo y la grandeza de esos acontecimientos trascendentes
de la Patria. Razón para que al cumplirse otro año de incesante batallar y de victorias
multiplicadas, nuestro pueblo repita, como continuidad de aquellos cruciales
días: ¡Socialismo o Muerte! ¡Viva el pueblo
miliciano! ¡Viva nuestro glorioso Partido Comunista de Cuba!.
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