domingo, 5 de abril de 2020

Estados Unidos contra Venezuela, un acto doblemente criminal




.Orlando Guevara Núñez

El hermano pueblo de Venezuela viene sufriendo, desde hace ya un largo tiempo, una guerra fraguada, financiada, organizada y dirigida por el gobierno imperialista de los Estados Unidos. En su empeño por derrocar a la Revolución Bolivariana, no ha quedado esfuerzo por hacer, mentira por decir, ni acto vandálico por alentar.
Los máximos gobernantes norteamericanos, encabezados por su presidente, no se han cansado de amenazar con un ataque militar directo. Cada acción, sin embargo, ha terminado en un fracaso, pero a cada fracaso le han seguido intentos nuevos.
En estos momentos, el aventurismo yanqui ha conducido a un nuevo peligro de guerra imperial. El bloqueo naval es, en sí, un acto de guerra, una flagrante violación del derecho internacional y de la soberanía de los pueblos.
El momento es realmente peligroso, si se tiene en cuenta que los agresores son los mismos que actúan con indiferencia ante una epidemia que causa cada día centenares de muertos en su propio pueblo.
La ceguera y estupidez de los genocidas, llega hasta planear contra  Venezuela la misma medida que años atrás utilizaron para invadir a Panamá, apresar al presidente de ese país y desembarcar allí sus marines, masacrando de forma impune a miles  de panameños. Aquella genocida operación fue nombrada Causa Justa, con el mendaz propósito de “defender la democracia y los derechos humanos de los panameños, y combatir el tráfico de drogas”. En realidad sus empeños eran el Canal de Panamá y cercenar la soberanía del país istmeño.
A poco más de tres décadas de aquel abominable crimen, los mismos autores pretenden reeditarlo. Su mentalidad no ha evolucionado. No cuentan que una agresión a Venezuela sería totalmente distinta a la de Panamá. Porque ahora ni sus naves aéreas y marítimas actuarían sin oposición, ni sus marines podrían aplastar con impunidad al pueblo.
Venezuela tiene un poderío militar que no tenía Panamá; tiene a un pueblo revolucionario dispuesto a resistir y a vencer; tiene un ejército preparado, con disposición combativa,  leal a su patria; y más de 3 000 000 de milicianos armados. Y tiene un presidente honrado, valiente, que estaría al frente de su pueblo en el combate hasta la victoria.
Nadie dude de que si llegara a materializarse una agresión armada norteamericana a Venezuela, a la desgracia de la pandemia en Estados Unidos, se agregaría para su pueblo otra: la derrota, a un precio para ellos impagable.
Si en una situación normal esta nueva agresión yanqui sería un brutal crimen, en el marco de esta pandemia el crimen seria doble.
Venezuela defiende la paz, pero se enfrentaría resueltamente a una guerra en la cual no manejará otra opción que la victoria.

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