Discurso pronunciado por Fidel Castro Ruz,
Presidente de la República de Cuba, en el acto de constitución del Contingente Internacional de Médicos Especializados
en Situaciones de Desastre y Graves Epidemias “Henry Reeve” y graduación
nacional de estudiantes de medicina, en la Ciudad Deportiva, el 19 de
septiembre de 2005, “Año de
la Alternativa Bolivariana para las Américas”.
Fragmentos
Cuando las naciones desarrolladas inmensamente ricas
decidan cooperar realmente con los países africanos y otros del mundo
en la lucha contra el SIDA, necesitarán profesionales como los del Contingente
“Henry Reeve”. Entonces se comprenderá en toda su magnitud el valor de este
paso. Los estados desarrollados y ricos
disponen de capital financiero, pero no disponen de capital humano. Si se desea evitar la transmisión de madre a
hijo, por ejemplo, hay que practicarle una cesárea a la madre; las madres viven
en las aldeas y a las aldeas africanas no van los médicos del mundo
desarrollado, no están diseñados para eso.
Hay que formar los médicos que requieran los campos,
las aldeas, los barrios marginados y pobres de las ciudades del Tercer
Mundo. Incluso en países inmensamente
ricos, como Estados Unidos, decenas de millones de afroamericanos, indios,
inmigrantes latinos, haitianos y otros, carecen de programa y asistencia médica.
Nosotros ofrecemos formar profesionales dispuestos a
luchar contra la muerte. Nosotros
demostraremos que hay respuesta a muchas de las tragedias del planeta. Nosotros demostramos que el ser humano puede
y debe ser mejor. Nosotros demostramos
el valor de la conciencia y de la ética. Nosotros ofrecemos vidas.
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