.Orlando Guevara Núñez
El 1ro. de mayo de 1961, el pueblo de Cuba expresó, en todo el país,
su decidido apoyo a la Revolución, su disposición de defenderla y llevarla hacia
adelante. Ese día, en la capital cubana, el Comandante en Jefe Fidel Castro
pronunció el discurso central,
Se refirió Fidel a
la diferencia del contenido de esta fecha antes del triunfo de enero de 1959.
Ahora, los obreros no tenían que hacer demandas, porque eran los dueños de las
fábricas y no estaban subordinados a los monopolios imperiales.
Su concepto sobre
la patria fue claro y convincente:
“Aquí se acostumbraba hablar mucho de patria
por parte de una serie de señores que tenían un concepto muy raquítico de lo
que es o debe ser la patria. Y siempre
estaban hablando de la patria, y estableciendo la obligación y el deber de
defender la patria. Pero, ¿qué
patria? ¿La patria de unos pocos? ¿La patria de un puñado de
privilegiados? ¿La patria donde un señor
tiene 1 000 caballerías de tierra y tiene tres casas, mientras otros viven en
la guardarraya en un miserable bohío?
¿A
cuál patria, señor, se refería usted?
¿La patria donde unos pocos tienen todas las oportunidades y unos pocos
se apropian del trabajo de todos los demás, o la patria del hombre que no tiene
ni siquiera un trabajo, la patria de la familia que vive en un barrio de
indigentes, la patria del niño hambriento y descalzo que pide limosnas por las
calles? ¿A qué patria se referían y qué
concepto era ese de la patria? ¿La
patria que era propiedad de unos pocos con exclusión de toda la oportunidad y
de todo beneficio para el resto del país, o la patria de hoy, donde nos hemos
ganado el derecho a dirigir nuestro destino, donde nos hemos ganado el derecho
a construir el futuro que necesariamente tendrá que ser mejor que el presente?
“Pero
la patria donde no podrá decirse más que sea propiedad de unos cuantos, que sea
para disfrute de unos cuantos; la patria que será de ahora en adelante y para
siempre como la quería Martí, cuando dijo:
"con todos y para el bien de todos" (APLAUSOS). Y no la patria' de unos cuantos y para el
bien de unos cuantos. La patria como
será en el futuro y para siempre, en que dejará de existir esa injusticia en
que unos pocos lo tenían todo y casi todos no tenían nada”.
“Ahora sí nosotros podemos
hablar de patria y ahora sí nosotros podemos tener un concepto verdadero de la
patria, porque cuando decimos:
defendemos la patria y estamos dispuestos a morir por la patria,
¡estamos dispuestos a morir por una patria que no es de unos cuantos, sino que
es de todos los cubanos! ¡Patria o
Muerte!”
Por eso los privilegiados y
las clases explotadoras no podían tener un verdadero concepto de la patria,
porque para ellos la patria era un privilegio, un privilegio de ellos, donde se
apoderaban del trabajo de los demás, y además querían que otros defendieran esa
patria de ellos. Por eso, cuando un
monopolista yanki habla de patria, cuando un dirigente o un miembro de los
círculos gobernantes de Estados Unidos habla de patria, ¿saben a qué patria se
refiere? A la patria de los monopolios,
a la patria de los grandes capitales bancarios, a la patria de las grandes
empresas que poseen solo unos cuantos. Y
cuando hablan de patria, están pensando en mandar al negro del sur de Estados
Unidos, o en mandar al portorriqueño, o en mandar al joven de familia obrera de
Estados Unidos, o en mandar al obrero, a combatir, a morir, a matar y hasta a
asesinar, en defensa de esos monopolios y de esos millones que ellos llaman
patria”
“Ese concepto que tienen de
la patria, y ese peligro a la seguridad al que suelen recurrir, o del que
suelen hablar como pretexto, es sencillamente el peligro de sus monopolios, el
peligro de sus intereses económicos. Y
consideren ustedes qué concepto tienen de la patria, de la moral y de la ley,
que movilizan a millones de hombres del pueblo que no tienen nada, muchas veces
a hombres que no tienen ningún derecho, como ocurre con el portorriqueño u
ocurre con el negro del sur de Estados Unidos, y los mandan a pelear y a
morir en los campos de batalla”.
Ese es el concepto de patria
que tienen las clases dominantes, privilegiadas y explotadoras.
¡La Revolución sí puede
arrastrar al pueblo con su fervor infinito y con su infinito entusiasmo! ¡La Revolución sí puede recoger del pueblo
toda la inteligencia, toda la energía, y todo su espíritu de lucha y de
creación, y llevarlo hacia un camino de bienestar y de progreso!
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