lunes, 12 de noviembre de 2018

Ancho campo en el mundo hay para vivir con decoro




 .Orlando Guevara Núñez
 En una de las muchas cartas a su amigo Gonzalo de Quesada, escribe Martí este pensamiento. Y en ella le dice, además, que “poco vale este amigo infeliz e impotente; pero sabe donde  está la virtud, y el modo de conciliarla con las obligaciones de la vida, sin faltar a ésta ni a ella” 
Le asegura que las almas nacidas para la honradez no tienen conveniencia, ni viven tranquilas, fuera de la honradez.  La misiva está fechada en Nueva York, el  16 de noviembre de 1889l   
Afirma que son algunos los vendidos y muchos los venales, pero el honor puede echarlos atrás cuando salen de las filas al escuchar el látigo que los convoca o ver servido el plato de lentejas,
Hace alusión a la penuria económica que le ha impedido haber publicado el periódico para Cuba y América, una sola en su previsión y pensamiento. Dice que ya podría estar publicado  si  él hubiese decidido aceptar  ayuda de personas que no compartían su modo de pensar, pero  que ideas de esa dignidad   no deben aparecer con pobreza ante el público, porque es dañarlas más que defenderlas. El decoro de los hombres es una prédica constante en Martí. Para él es esa una condición indispensable, pues sin decoro no es
posible  ni predicar ni hacer obra digna y en bien de la patria.
Al final, le escribe al fiel amigo: Hay que levantarse, sacudirse el polvo y seguir andando.

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