.Orlando Guevara Núñez
Este pensamiento altruista
aparece en uno de los trabajos más breves que he leído sobre José Martí. Tiene
solo 15 líneas y, entre éstas, hay 6 que son una cita sobre palabras de otro
autor.
Unos
cubanos y otros, es el título, y apareció publicado en el periódico
Patria, el 26 de enero de 1895. Como
se observa, faltaba solo un mes para el inicio en Cuba de la guerra necesaria.
Vale, por eso, una
transcripción literal de ese escrito: “Los hay que se cruzan de brazos ante el
deshonor y la ruina, y aún se sientan con ellos a la mesa, por lo gustoso de
vivir, antes que salir por lo áspero del mundo a buscar remedio a la ruina y al
deshonor. A los unos la patria los llamará siempre: cómplices. A los otros los
llamará siempre: padres”.
“¿Qué importa la tristeza de
sus vidas, ni la soledad de sus tumbas? Hágase la levadura, aunque no se sepa
quién va a comer el pan que se alce con ella. De la semilla, oscura y
triunfante, se renueva y se mantiene el mundo”.
El párrafo del libro que
cita, resume que es mas cuerdo y viril luchar con las dificultades que
evitarlas, que se satisface con batallar y padecer, sin duda sobre el resultado
final del combate, y que contenta arriesgarlo todo por el servicio de la
verdad.
Dos valores martianos
sobresalen en este escrito: la entrega
personal incondicional a la patria y el
sacrificio nacido del desinterés. El egoísmo e individualismo no tienen cabida
en su ideal.
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