.Orlando Guevara Núñez
Hoy, 27 de noviembre, los cubanos recordamos con cariño y
respeto a Mariana Grajales Cuello, La Madre de la Patria cubana. Porque el 27
de noviembre de 1893, en Jamaica, falleció esta patriota, símbolo de la
heroicidad y la entrega de todas nuestras mujeres.
Había nacido en Santiago de Cuba, el 15 de julio de 1815.
Aquí hizo familia y tuvo cuatro hijos de su primer matrimonio. Enviudó y, de
sus segundas nupcias, con Marcos Maceo, tuvo diez hijos, poco conocida una
pequeña que falleció a escasos días de
nacida.
Pronto sintió y asumió para sí los dolores de la patria
colonizada. Y su dolor se convirtió en acción para liberarla. Pero, más que su
aporte personal, curando heridos en la manigua, estuvo la ofrenda de sus hijos
y de su propio esposo, sumados todos a la lucha contra España.
Así, cuando terminó la primera Guerra de Independencia,
habían perdido la vida siete de sus hijos: El capitán Felipe, Fermín, el
sargento Manuel, el capitán Justo, el general de brigada Rafael, el teniente
coronel Miguel, y el subteniente Julio.
Su esposo Justo, sargento, había sido el
primero en ofrendar su vida. Y recoge la historia que sus últimas palabras
fueron: ¡He cumplido con Mariana!
Y es que Mariana, con un crucifijo en la mano, los había
hecho jurar a todos, de rodillas en la tierra esclava, luchar por la
independencia o morir por ella. Le quedaban vivos cuatro hijos varones:
Antonio, José, Tomás y Marcos. Los dos primeros cayeron en la guerra de 1895,
con los grados de Mayor General del Ejército Libertador Cubano. Solo
sobrevivieron los dos últimos, con las huellas de sus heridas, y las hijas Dominga y Baldomera, también
insurrectas, como la madre.
Después de terminada la primera contienda
independentista, Mariana es llevada a Jamaica por su hijo Antonio. Y allí
muere, sin llegar a ver la patria libre que soñó. Treinta años después sus
restos fueron traídos a Santiago de Cuba, la tierra que la vio nacer, y
depositados en el cementerio de Santa Ifigenia.
Ahora sus restos, en la propia necrópolis, están en
gloriosa fila junto a los de Carlos Manuel de Céspedes, el Padre de la Patria;
José Martí Pérez, el Héroe Nacional Cubano, y los del eterno Comandante en Jefe
Fidel Castro.
Esta es Mariana Madre de todos los cubanos. Símbolo de
rebeldía. Ejemplo. Forja de patriotas. Junto a ella, hoy todo un pueblo,
reitera su juramento de defender la libertad ya ganada o morir por ella.
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