.Orlando Guevara Núñez
Continúa Martí este pensamiento
con tres interrogantes: ¿De qué le sirven las hojas a la palma si benévolo
alisio no las mueve? ¿De qué le sirve el
cauce al río si no tiene agua que rodar por él?
¿De qué le sirve la fluidez al orador si no tiene nutrición en el
intelecto que corresponda a las facilidades de los labios?
Estos conceptos
expresados por Martí, están recogidos en
Apuntes Varios, de las Obras
Completas.
Dice que habla sobre la
fuerza de la doctrina, de la profundidad del pensamiento, de la seguridad en el
asunto hablado como misterio del éxito e influencia verdadera en un discurso.
Está opinando sobre la
oratoria un excelente y culto orador. Y con autoridad asegura que cuando no se
piensa claro, no se habla claro. Afirma
que “el orador necesita un conocimiento general de la historia que prueba, de
la literatura que ameniza, de las artes que embellecen, de las ciencias
políticas que fundan”.
Escribe también que la
oratoria es la ardiente manera de expresar; y que la expresión no es posible
sin la materia expresable. Otra definición es que la oratoria es la forma exaltada y convincente del pensamiento y
sentimiento. “Siéntase, pues, y piénsese. Séase bueno y séase instruido”
Y concluye diciendo que los
oradores deben ser como los faros: visibles a muy larga distancia.
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