viernes, 21 de enero de 2022

Se pierde una batalla cada día que pasa en la inacción


Orlando Guevara Núñez

Emite José Martí este criterio hablando sobre un tema vital: el arte de pelear. Y con ese título escribió un breve trabajo periodístico publicado en Patria, el 19 de marzo de 1892. Pero se refería a ese arte no solo en el campo de batalla. Iba más allá. 

Comienza diciendo que se pelea cuando se dice la verdad. Y que se pelea cuando se fuerza al enemigo a precipitar la acción que deseamos. “Se pelea cuando se organizan las fuerzas para la victoria”. Y dice pelearse también cuando se demora el pelear hasta que los ejércitos están en condiciones de aspirar a vencer.

Continúa Martí su criterio sobre el arte de pelear afirmando que se pierde una batalla cuando no se guía inmediatamente al ataque  la fe que cuesta tanto levantar. Y se pierde cuando los ejércitos, a la hora de concentrarse, se entretienen en el camino, y llegan tarde, y con las fuerzas desmayadas, al punto de concentración.

Para él, se considera perdida una batalla cuando en el momento que se exige mano rápida y grandiosa en los jefes, y mucho brazo y mucho corazón para la arremetida, tarde en vérseles a los jefes la mano rápida, y se da tiempo a que se desordenen los corazones. Y es otra pérdida cuando a la hora del genio y de la centella, se monta a caballo en el taburete de cuero, y se abre la ocasión al enemigo. Nótese que estos conceptos martianos son aplicables no solo al campo militar, sino a toda la actividad del hombre en su diverso quehacer.

 

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