lunes, 3 de enero de 2022

El que no muestra que se sabe ayudar por sí, no tiene derecho para pedir ayuda a los demás


 

Orlando Guevara Núñez

Fue en un discurso en la fiesta del Club Los Independientes, en Hardman Hall, Estados Unidos, el 16 de junio de 1890, donde pronunció Martí este pensamiento. Esta pieza oratoria fue publicada en El Porvenir, Nueva York, cinco días después. 

Elogia la labor de este Club, del cual dice que anda por sus pies y se va auxiliando solo, sin que se le canse el corazón de amar, ni la mano de unir. Y  a ellos les dice: ¡Alentad, cubanos buenos!  ¡Enseñad vuestra obra, para que todos la imiten! ¡Guardad dinero en manos honradas, guardadlo aunque sea poco, que un centavo a tiempo es mejor que cien centavos tarde, y un peso insurrecto vale más que mil pesos españoles!  ¡Lo que está hecho no hay que hacerlo; y  cuando el rayo cae, no es hora de ponerse a levantar el pararrayo! El  genio es eso: ver antes 

 Dice que se paga contribución a la tiranía, ¿no se ha de pagar contribución a la libertad? Afirma que el que deja de hacer, en las cosas de la patria, todo lo que puede hacer, es traidor a la patria.

Hace mención de los patriotas que en Cuba como en la emigración “sin capas españolas ni botas yanquis, trabajando a una, a compás y a galope, por sobre la tierra y por debajo de la tierra, para lograr, con el respeto duradero de los hombres libres, la independencia absoluta y democrática de la patria. 

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