Como homenaje a todas las madres cubanas, he aquí la carta enviada a Doña
Leonor, por su hijo José Martí, el 25 de
marzo de 1895.
Madre mía:

Abrace a mis hermanas, y a sus compañeros. ¡Ojalá
pueda algún día verlos a todos a mí alrededor, contentos de mí! Y entonces sí
que cuidaré yo de Vd. con mimo y con
orgullo. Ahora, bendígame, y crea que jamás saldrá de mi corazón obra sin
piedad y sin limpieza. La bendición.
Una nota adjunta Martí a esa carta a la madre. “Tengo
razón para ir más contento y seguro de lo que usted pudiera imaginar. No son
inútiles la verdad y la ternura. No padezca.
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