sábado, 2 de mayo de 2020

Fidel Comandante en Jefe: un grado con fuerza de eternidad


.Orlando Guevara Núñez

El  3 de mayo  de 1958 – hace hoy 62 años – es un día glorioso para la patria cubana. Ese día le nació un símbolo que se agiganta con el tiempo y trasciende  nuestras fronteras para insertarse en la historia de lucha de los pueblos de América y mucho más allá. En esa fecha, Fidel Castro Ruz fue nombrado Comandante en Jefe de todas las fuerzas rebeldes que luchaban contra la tiranía batistiana.
Hasta ese momento, era el Comandante jefe del Ejército Revolucionario del Movimiento 26 de Julio, el cual cambió su nombre por el de Ejército Rebelde. El escenario de aquel hecho histórico fue Alto de Mompié, en la Sierra Maestra, donde ese día se reunió la Dirección Nacional del Movimiento Revolucionario 26 de Julio, para analizar los resultados de la fracasada Huelga de Abril  y trazar la estrategia para la victoria final.
El  juicio crítico sobre el fracaso de la huelga propició el acuerdo, aquel  3 de mayo, de seguir  la lucha armada directa, dirigida militar y políticamente por Fidel, reservando  esa acción obrera  para un  momento posterior y oportuno; el Ejército Revolucionario del Movimiento 26 de Julio pasó a Ejército Rebelde, es decir, no de una sola organización, sino de todas y de todos quienes a él quisieran ingresar,  y la Dirección Nacional fue sustituida por un Ejecutivo radicado no en el llano, sino  en la Sierra Maestra, encabezado por Fidel. Fue ese el momento en que otra decisión, expresión de unidad y reconocimiento a la autoridad y prestigio del líder político y guerrillero, tuvo lugar en Alto de Mompié: Fidel fue nombrado  Comandante en Jefe de todas las fuerzas revolucionarias.
Así, Faustino Pérez Hernández, hasta ese momento Secretario General del Movimiento 26 de Julio en el llano, y René Ramos Latour (Daniel) jefe de las Milicias también en el llano, al ser relevados de sus cargos, permanecieron en la Sierra Maestra, ambos con el grado de Comandante. Las dos funciones quedaron bajo la responsabilidad de Fidel.
De esa histórica reunión emanaron las decisiones para enfrentar y derrotar la ofensiva que, envalentonada por el fracaso de la Huelga de Abril, lanzaría la tiranía sobre el bastión guerrillero principal, la Sierra Maestra, y sobre el territorio del Segundo Frente Oriental Frank País.
También se adoptaron decisiones sobre el trabajo del Movimiento Revolucionario 26 de Julio en el exterior, en aras de la unidad y de un más efectivo trabajo. A  Haydée Santamaría Cuadrado se le asignó  la coordinación de  esa tarea.
Así, en Altos de Mompié, la crítica y autocrítica sinceras de los revolucionarios sentaron las bases para la oportuna rectificación, para poner en práctica  una estrategia correcta, para la unidad imprescindible y la fortaleza que meses después doblegó a la tiranía. Siempre con Fidel al frente. Conductor de nuestro pueblo en la guerra y en la paz. Nuestro eterno e invicto ¡Comandante en Jefe! quien recibió ese día, el grado  desde  mucho tiempo atrás ganado. Un grado con fuerza de eternidad.

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