.Orlando Guevara Núñez
El Comandante en Jefe, Fidel Castro, fue siempre el más aventajado de los alumnos de José Martí. En él se inspiró en el Moncada, en el presidio, en el exilio y en la Sierra Maestra. No es casual que su Columna guerrillera y el Primer Frente en las montañas llevaran el nombre del Apóstol de nuestra independencia. Y luego del triunfo de la Revolución los sueños martianos se convirtieron en realidad.
En homenaje al más universal de los cubanos, en el aniversario 125 de su caída en combate, reproducimos, de forma breve, algunos de los conceptos vertidos por Fidel, en distintos momentos, antes del trinfo, sobre José Martí.
En
la antesala del Moncada: “Compañeros: Podrán vencer dentro de
unas horas o ser vencidos, pero de todas maneras, óiganlo bien, compañeros,
este movimiento triunfará. Si vencemos mañana, se hará más pronto lo que aspiró
Martí.
En el Manifiesto del Moncada: “Ante la tragedia de Cuba, contemplada en calma por
líderes políticos sin honra, se alza en esta hora decisiva, arrogante y
potente, la juventud del Centenario, que no mantiene otro interés como no sea
el decidido anhelo de honrar con sacrificio y triunfo el sueño irrealizado de
Martí”.
En
el juicio del Moncada: “Nadie
debe preocuparse de que lo acusen de ser autor intelectual de la Revolución,
porque el ´único autor intelectual del asalto al Moncada es José Martí, el
Apóstol de nuestra independencia”.
En
La historia me absolverá:
“Traigo en el corazón las doctrinas del Maestro y en el pensamiento las
nobles ideas de todos los hombres que han luchado por la libertad de los
pueblos”.
“Parecía
que el Apóstol iba a morir en el año de su centenario, que su memoria se
extinguiría para siempre, ¡tanta era la afrenta! Pero vive, no ha muerto, su
pueblo es rebelde, su pueblo es digno, su pueblo es fiel a su recuerdo; hay
cubanos que han caído defendiendo sus doctrinas, hay jóvenes que en magnífico
desagravio vinieron a morir junto a su
tumba, a darle su sangre y su vida para que él siga viviendo en el alma de la
patria. ¡Cuba, qué sería de ti si hubieras dejado morir a tu Apóstol!
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