:Orlando Guevara Núñez
En una carta de respuesta a
la de un amigo que le anunciaba una visita –Juan Bonilla- escribe Martí este
pensamiento. Fecha: agosto 8 de 1890.
Le explica la imposibilidad
de encontrarse, pues estaría ausente, y la misma razón de su ausencia es respuesta a
lo que él le pregunta sobre Cuba. Evidentemente, el tema es sobre la guerra.
Le define que “Las guerras
no son cosas de bastidor y de merengue: todo en ellas, lo que se ve, y lo que
no se ve, lo de afuera y lo de adentro, ha de ir a paso de batalla y arma al
hombro” Y argumenta que jamás hubo elementos peores para entrar en una guerra
de independencia, ni necesidad más grande de la guerra.
Le habla de sus problemas de
salud: “Los pulmones se me quejan y el corazón salta más de lo que debe”. Pero
enfatiza su voluntad de lucha y que siempre estará, mientras viva, en el lugar
que él lo ha visto “sirviéndolos y queriéndolos”. Afirma que la vergüenza sería
confesar que no estaba en nosotros la luz del sol. Y dice que no se vive para
hoy, sino para mañana.
“Toda la vida es deber. Para esta vida es la
espina, y para la otra será la masa del pescado”. Una curiosa afirmación de
Martí en esta carta: “Yo para entender mejor a los hombres, estoy estudiando
los insectos: que no son tan malos como parecen, y saben tanto como nosotros”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario