Orlando Guevara Núéz
Otra de las útiles
enseñanzas de Martí para los niños en La
Edad de Oro. No cejar nunca en el aprendizaje para enfrentar la vida. En
esta ocasión, llevaba a los infantes el conocimiento hombres ilustres, sobre
genios en distintas manifestaciones culturales. Músicos, poetas y pintores, se tituló el artículo.
A muchos menciona que desde
niños mostraron su genialidad; otros la adquirieron después; pero con tesón y
estudio, y sobre todo con voluntad.
Afirma Martí, en el citado
documento que en el mismo hombre suelen ir unidos un corazón pequeño y un talento
grande, “Pero todo hombre tiene el deber de
cultivar su inteligencia, por respeto a
sí propio y al mundo”
Y ofrece un sabio consejo
basado en que “Lo general es que el
hombre no logre en la vida un bienestar permanente sino después de muchos años
de esperar con paciencia y de ser bueno, sin cansarse nunca. El ser bueno da
gusto, y lo hace a uno fuerte y feliz”
Reiterando el concepto de
que la educación con concluye nunca, expresa la seguridad de que genios que
murieron jóvenes, habrían imaginado después obras más perfectas, pues “la fuerza del genio no se acaba con su
juventud”
No hay comentarios:
Publicar un comentario