.Orlando
Guevara Núñez
No
hay derecho ciudadano que no esté contenido en la nueva Constitución de la
República de Cuba, que será sometida a referendo el próximo 24 de febrero.
Derechos no solo proclamados, sino con la garantía de su verdadero
cumplimiento. Léase los enunciados de los capítulos del 42 al 45 del texto
constitucional.
ARTÍCULO
42. Todas las personas son iguales ante la ley, reciben la misma protección y
trato
de las autoridades y gozan de los mismos derechos, libertades y oportunidades,
sin ninguna discriminación por razones de sexo, género, orientación sexual,
identidad de género, edad, origen étnico, color de la piel, creencia religiosa,
discapacidad, origen nacional o territorial, o cualquier otra condición o
circunstancia personal que implique distinción lesiva a la dignidad humana. Todas
tienen derecho a disfrutar de los mismos
espacios
públicos y establecimientos de servicios. Asimismo, reciben igual salario por
igual trabajo, sin discriminación alguna. La violación del principio de
igualdad está proscrita y es sancionada por la ley.
ARTÍCULO
43. La mujer y el hombre tienen iguales derechos y responsabilidades en lo
económico,
político, cultural, laboral, social, familiar y en cualquier otro ámbito. El
Estado
garantiza
que se ofrezcan a ambos las mismas oportunidades y posibilidades.
El
Estado propicia el desarrollo integral de las mujeres y su plena participación
social.
Asegura
el ejercicio de sus derechos sexuales y reproductivos, las protege de la
violencia de
género
en cualquiera de sus manifestaciones y espacios, y crea los mecanismos
institucionales y legales para ello.
ARTÍCULO
44. El Estado crea las condiciones para garantizar la igualdad de sus
ciudadanos. Educa a las personas desde la más temprana edad en el respeto a
este principio.
El
Estado hace efectivo este derecho con la implementación de políticas públicas y
leyes
para
potenciar la inclusión social y la salvaguarda de los derechos de las personas
cuya
condición
lo requieran.
ARTÍCULO
45. El ejercicio de los derechos de las personas solo está limitado por los
derechos de los demás, la seguridad colectiva, el bienestar general, el respeto
al orden público, a la Constitución y a las leyes.
En
la aplicación de esos principios nos ha educado la Revolución. Por eso somos un
pueblo pleno, consciente de nuestros derechos y acostumbrado al respeto. Después
de 60 años de ardua lucha, aprobaremos una Constitución que refrenda y amplía
ese ejercicio de verdadera democracia. Es una Constitución con raíces de
pueblo. Y al pueblo corresponde, como máximo poder, aprobarla.
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