.Orlando Guevara Núñez
El 4 de enero de 1959, en Camagüey, rumbo a la capital
cubana en la Caravana de la Victoria, el Comandante en Jefe Fidel Castro
expresó conceptos totalmente confirmados en el transcurso de estos largos años
de lucha. Y en esa ocasión les dijo a los camagüeyanos:
“Poco es lo que vamos a prometer, porque esto no es cuestión
de promesas. Se hacen promesas cuando
uno está demandando que le crean lo que promete, cuando se está pidiendo
algo. No vamos a prometer nada, vamos a
hacer (APLAUSOS), vamos a empezar a luchar en todas partes; vamos a invertir
las energías de nuestros revolucionarios, de esos jóvenes que se jugaban la
vida todos los días, de nuestros combatientes, de esos jóvenes que subían y
bajaban montañas incansablemente; de este pueblo luchador” (…)
“Por nuestra parte, pueden considerar que ya la hemos
empezado. La guerra se acabó ayer y ya
estamos trabajando, trabajando más que cuando no había paz; la paz para
nosotros es trabajo triplicado, es lucha triplicada. Y estaremos luchando, mientras nos quede una
gota de energía estaremos en pie y no descansaremos y no dormiremos (…) Por mi parte, no reclamaré nunca otra cosa
que más trabajo cuando no me alcance con el que tengo”.
Desde esos días iniciales argumentó su confianza en el
pueblo y las batallas por venir.
“En lo adelante el pueblo ganará todas sus batallas, porque
el pueblo aprendió a ganar después de haber conquistado no solo la Revolución,
sino el tenerla asegurada para sí, y ganará también las demás batallas. (…) La libertad no es todo. La libertad es la primera parte, la libertad
para empezar a tener el derecho de luchar (…)
Y la seguridad en la unidad entre pueblo y dirigentes, fue
claramente expresada:
“Dura y difícil será la empresa de los que pretendan
separarnos y alejarnos a nosotros de nuestro pueblo, porque cuando no se vive
más que para un solo propósito, cuando no se vive más que con una sola
intención, cuando no se descansa, cuando no se duerme, cuando no hay tregua en
el trabajo y en la lucha por servir honradamente una causa, no hay fuerza que
pueda separar a un hombre de su pueblo”.
Y así ha sido siempre. El pueblo cubano, después de 60 años,
está más unido en torno a sus dirigentes, porque está más organizado, más
consciente y tiene una obra que defender. Y porque sus dirigentes nunca han
fallado a su confianza. Así, las
palabras de Fidel aquel 4 de enero de 1959, siguen teniendo fuerza de
presencia.
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