miércoles, 22 de septiembre de 2021

El servicio a la revolución de la libertad puede lavar la culpa de la riqueza acumulada con el fruto de la esclavitud

 


Orlanddo Guevara Núñez

 


Pobres y ricos, tituló Martí  un  trabajo publicado en el periódico Patria, el 14 de marzo de 1893.   Ofrece hermosos ejemplos sobre la realidad cubana en relación con el papel de pobres y ricos durante la contienda de 1868.

Así, comienza afirmando: “Es la gloria de nuestra guerra. El esclavo salió  amigo, salió hermano, de su amo”. (…)  “Nuestro rico ha purgado en el sacrificio y el trabajo la fuente tal vez criminal de su fortuna. Los nietos han de hacerse perdonar el pecado de sus abuelos”.

Aseguró que el decreto de emancipación de los esclavos durante la guerra, aseguraría la paz durante la independencia. Se está refiriendo nuestro Apóstol  a un hecho histórico cubano de mucha trascendencia. Uno, cuando muchos ricos sacrificaron toda su fortuna en aras de la independencia del país. Otro, cuando el mismo día del inicio de la guerra, Carlos Manuel de Céspedes otorgó la libertad a sus esclavos y los invitó a sumarse como soldados libres a la lucha por la libertad de la patria.

De esa forma, amos y esclavos estuvieron unidos por otro vínculo más poderoso que el de la propiedad de uno sobre otro: el vínculo del patriotismo.

Cita el ejemplo, en Cayo Hueso, de un obrero que, por enfermedad en la semana de la contribución voluntaria para el día de trabajo de la patria, pidió prestado para  cumplir con el deber de dar a sus hijos un pueblo donde puedan aspirar y vivir. Y afirma que “ese hombre, oscuro hoy, será leyenda mañana.

Ese es  el pobre de Cuba” Menciona también a un rico: Don Miguel Cantos, a quien él le habló, y el hombre le contestó: “¡Vamos, hijo; ya tienes todo: ya tienes el barco, ya tienes las armas! “ Y pagó, él solo, una expedición.

“Don Miguel –dijo-  que es polvo hoy, será mañana monumento. Si tuvo esclavos primero, redimió esclavos después. Así fue un rico de Cuba”

No hay comentarios:

Publicar un comentario