.Orlando Guevara Núñez
Esta máxima martiana está
contenida en un artículo publicado en el periódico Patria, el 22 de septiembre de 1894, con el título: El lenguaje reciente de ciertos autonomistas.
Con esta afirmación
fustigaba Martí la política de los autonomistas, empeñados en poner obstáculos
a los ideales independentistas de los cubanos, haciéndole el juego al colonialismo español.
Como lo escribió el Apóstol,
después de la palabra sacrifican, sigue: “o
de elevarse, en la inercia inevitable o en la flojedad, por la admiración
sincera de la virtud a que no alcanzan. Debe
ser penoso inspirar desprecio a los hombres desinteresados y viriles”.
En este artículo se describe
el partido autonomista como desertado en
Oriente, vencido en la conciencia camagüeyana, reducido en Las Villas al
aplauso curioso de los teatros incrédulos
y postergados en Occidente.
“El autonomismo-dijo- solo ha sido
útil, por la prueba de su ineficacia, a la Revolución. Mientras más
viva, más revolucionarios habrá”.
Reafirma la posibilidad real
de la Revolución. “Vimos ese deber abandonado por los demás y lo estamos
cumpliendo. Más gloria no queremos que cumplirlo. Solo en el cumplimiento
triste y áspero del deber está la verdadera gloria”.
Otra afirmación de Martí,
relacionada con la patria, expresa su claro pensamiento sobre ella, sobre
quienes la sirven o se le oponen: Para
los fieles, vengan tarde o temprano, guarda Cuba todo su amor. Para los
incapaces de amarla y servirla, basta con el olvido.
Pero en su política unitaria, no cierra caminos. Así concluye su artículo: “El templo está abierto, y la alfombra está al entrar, para que dejen en ella las sandalias los que anduvieron por el fango, o se equivocaron de camino”.
Pero en su política unitaria, no cierra caminos. Así concluye su artículo: “El templo está abierto, y la alfombra está al entrar, para que dejen en ella las sandalias los que anduvieron por el fango, o se equivocaron de camino”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario