.Orlando
Guevara Núñez
El
más sagrado de los derechos humanos es,
sin duda, el derecho a la vida. Y era ese uno de los derechos más violados por
el capitalismo en Cuba. Mientras que una minoría vivía bien, la mayoría de la
población se puede decir que malvivía.
Algunos datos comparativos entre el capitalismo y el socialismo en el campo de
la salud, son útiles para el razonamiento sobre las diferencias entre ambos
sistemas. Como en otras ocasiones hemos sugerido: ¡Juzgue el lector!
En
el capitalismo: Los servicios de salud eran un sistema
ineficaz, donde la medicina era una mercancía y los enfermos simples clientes.
Así, el derecho a la vida era real solo para quienes podían pagarla. O lo que
es lo mismo: la minoría de la población. Así lo definiría Fidel en su alegato La historia me absolverá:”El acceso a los hospitales del Estado,
siempre repletos, sólo es posible mediante la recomendación de un magnate
político que le exigirá al desdichado su voto y el de toda su familia para que
Cuba siga siendo igual, o peor”.
Eso
explica que la esperanza de vida en el país, fuera de unos 55 años, mientras que la mortalidad infantil
andaba por una tasa de 60 por cada mil nacidos vivos. Eso sin contar que en
muchos parajes rurales los niños murieran sin siquiera su nacimiento hubiese
sido registrado.
El
presupuesto para la salud era de unos 25
millones de pesos, de los cuales los políticos y funcionarios corrompidos se
robaban una parte importante. La mayoría de esos recursos se concentraban en la
capital, cuya población representando el 22 por ciento del total del país,
contaba con el 61 por ciento de las camas.
En
la zona oriental la situación era más trágica. La Región Oriente Sur de Salud
Pública, que abarcaba las actuales provincias de Granma, Santiago de Cuba y
Guantánamo, contaba con un presupuesto de sólo 1 300 000 pesos.
Miles
de niños y adultos morían cada año víctimas de enfermedades curables. Por la
poliomielitis fallecían anualmente o quedaban inválidas unas 300 personas; el
paludismo atacaba a unas 3 000; de la difteria eran presa unos 600 niños,
mientras que la gastroenteritis causaba estragos en la propia ciudad de
Santiago de Cuba. Incluso en 1957, se conoce el doloroso episodio del Valle de
Mayarí Arriba, zona rural donde ese año murió el 80 por ciento de los niños
menores de un año, como consecuencia de esa enfermedad.
En
el propio año 1953, una epidemia de gastroenteritis mataba dos niños cada día
en Santiago de Cuba. Las autoridades achacaron la enfermedad a la mala calidad
del agua y los alimentos, pidieron apoyo al país, y como respuesta recibieron
unas pocas camas y cuatro cajas de medicamentos, lo que ni siquiera contribuyó
a aliviar el mal.
La
tuberculosis, el tétanos y otras enfermedades infecciosas, sembraban también la
muerte en muchos hogares cubanos, principalmente los pobres.
El hambre, la desnutrición y falta de trabajo
preventivo, agravaban la situación.
El 70 por ciento del mercado de medicamentos
estaba en manos de empresas norteamericanas y la población tenía que
adquirirlos mediante precios que multiplicaban su costo. El servicio médico
rural no existía. El país contaba con unos 6 000 médicos, la mayoría en la
capital cubana y otras grandes ciudades, mientras que gran parte de ellos
ejercía la medicina privada. Las 131 casas de socorro existentes en el país,
eran realmente una grotesca caricatura de atención sanitaria, y una gran
mayoría de quienes recibían asistencia médica, se quedaban con las recetas en
los bolsillos, al no poder comprarlas por falta de recursos. La atención
estomatológica era ínfima. Una intervención quirúrgica era un lujo que pocos
podían satisfacer
En
el socialismo: La Salud del pueblo, en correspondencia con el Programa
del Moncada, fue una de las principales transformaciones encaradas por la
Revolución desde sus primeros pasos, enfrentando no sólo las pésimas
condiciones existentes, sino las impuestas por la contrarrevolución y el
bloqueo de los gobiernos norteamericanos.
De
los 6 000 médicos existentes, unos 3 000
abandonaron el país; pero Cuba ha formado, en estos años de Revolución, para sí y otros países, casi 100 000 médicos
y una diversidad grande de profesionales que garantizan la atención gratis y cada vez de mayor calidad a toda
la población, sin excepción de ningún tipo.
La
medicina privada fue erradicada, así como la comercialización privada de los
medicamentos. En los más apartados parajes de nuestra geografía, existen los
Consultorios del Médico y la Enfermera de la Familia, que abarcan a toda la
población.
Desde
1962 comenzó una campaña de vacunación para toda la población infantil. Y
enfermedades como la poliomielitis, el paludismo, la difteria, gastroenteritis
y otras infecciosas que causaban miles de muertes, fueron erradicadas desde los
primeros años. Hoy, el programa de vacunación protege a la población infantil
contra 13 enfermedades.
La
mortalidad infantil tiene hoy en Cuba una tasa de 4 por cada mil nacidos vivos - mejor que la de Estados Unidos- con
resultados grandes también en las tasas de mortalidad preescolar, escolar y
materna, mientras que la expectativa de vida
está en los 78 años. La
desnutrición infantil es solo un recuerdo del pasado que no podrá volver.
Una
red de hospitales, Consultorios del Médico y la Enfermera de la Familia,
Policlínicos, Hogares Maternos y de Ancianos, Centros Especializados y de
Investigación, sostienen un sistema que cuenta con Universidades Médicas en 13 provincias,
de donde cada año egresan miles de profesionales en las carreras de
medicina, enfermería, estomatología, y psicología y tecnología de la salud.
Cuba,
además, comparte su obra de la salud con decenas de pueblos, principalmente los
más pobres, tanto con el envío de personal calificado que ha atendido a
millones de personas y salvado millones de vidas, como la formación gratuita de profesionales en
nuestro país. . Más de 400 000 trabajadores de la salud cubanos han marchado
a más de 160 países, a salvar vidas, a curar o remediar males, incluso a
prevenirlos.
El
equipamiento tecnológico más moderno, a un alto costo en divisas, es adquirido
para nuestras instituciones de asistencia, docencia e investigaciones, todo en
aras de la salud del pueblo. Hoy Cuba tiene importantes medicamentos que son
únicos en el mundo
El
sistema cubano de salud, prioriza el nivel primario de atención, la prevención,
la educación de la población, la búsqueda para la detección precoz de las
enfermedades y su tratamiento oportuno, al tiempo que alerta sobre los malos
hábitos de alimentación y otros que conspiran contra la salud.
Cuba
se encuentra entre los primeros países del mundo donde la población vive más
años después de haber cumplido los 60 de edad.
No
hay país del mundo con más médicos por habitantes que Cuba. Pero no es sólo la
cantidad, sino que todos, sin excepción, están al servicio del pueblo. La
crítica situación de la salud, inspiró el combate del Moncada; ahora la salud
en Cuba es una muestra de que los sueños
de ayer, son la realidad conquistada durante más de 60 años de lucha.
Es
plena confirmación de las palabras de Fidel Castro en el histórico juicio, tras
exponer las razones del Moncada y la confianza en el triunfo: “A los que me
llamen por esto soñador, les digo como Martí: “El verdadero hombre no mira de
qué lado se vive mejor, sino de qué lado está el deber; y ese es el único
hombre práctico cuyo sueño de hoy será la ley de mañana, porque el que haya
puesto los ojos en las entrañas universales y visto hervir los pueblos,
llameantes y ensangrentados, en la artesa de los siglos, sabe que el porvenir,
sin una sola excepción, está del lado del deber”.
Con
estos datos y otra enorme cantidad que
podrían citarse, cualquier persona honesta, de cualquier ideología, podría
definir el mejor sistema de salud que
hemos conocido los cubanos, si el capitalista o el del socialismo.
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