.Orlando Guevara Núñez
A
fines de 1976 se celebró en Luanda, capital de la hermana República Popular de
Angola, una gran concentración de masas para festejar un nuevo aniversario de
la creación del Movimiento Popular para
la Liberación de Angola (MPLA).
Como
es lógico suponer, en varias vías el tránsito fue cerrado, sobre todo en las
calles aledañas o de acceso directo al lugar del acto. Y todos sabemos, por
experiencias en Cuba, es esfuerzo que están obligados a hacer los veladores del
Orden Público para que tanto peatones como conductores de vehículos no violen
las normas de seguridad necesarias.
Ese
día, un combatiente cubano que conducía una camioneta, llegó hasta un punto en
el que no estaba permitido continuar. El soldado encargado de custodiar ese
lugar e impedir el acceso, le indicó con una seña por donde debía desviarse. El
soldado cubano insistió argumentándole:
-
¡Camarada, eu precisa pasar! O lo que es lo mismo: ¡Compañero, yo necesito
pasar!
El
centinela, impecablemente vestido con el uniforme de las FAPLA, movió
lateralmente la cabeza, indicando la reiteración de la negativa más rotunda y
volvió a señalar al cubano la ruta que debía seguir.
Pero
nuestro compañero no se desalentó. De no cruzar por allí, tendría que dar una vuelta
bastante larga para llegar a su destino y estaba dispuesto a no hacerlo sin
agotar todos los recursos para tratar de convencer al soldado de que lo
autorizara.
Detuvo
el motor del vehículo y descendió de éste, caminando hasta situarse al lado del
angolano. Trató de convencerlo de que iba a una misión importante, de que no
podía perder tiempo y de que, en definitiva, el acto no había comenzado. El
FAPLA lo miraba sin inmutarse.
Y
cuando el cubano creyó que había argumentado lo suficiente como para convencer
al centinela que le permitiera el acceso, lanzó de nuevo la petición, casi
seguro de que no sería rechazada:
¡Camarada,
eu precisa pasar!
Y fue entonces que el centinela habló por
primera vez.
-Mira, compay, ¡no jodas más y da la vuelta por
donde te digo! ¿Tú no sabes que en Cuba lo hacemos igual?...
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