.Orlando Guevara Núñez

“¿Quién pudiera olvidar
–dice- aunque como constelación nueva en el espacio americano, brilla así su figura
perennemente ante nuestros ojos, a aquel
que durmió en Lima y amaneció en Caracas, y envainó a las orillas del Pacífico,
el acero que sacó de la vaina en el Atlántico, y pasó, como rayo humanado, por
sobre volcanes, cumbres y torrentes (…)
y cruzó por la tierra como ángel impaciente del Señor, poderoso
mensajero sacando luz, con el golpe de su mano, a las cervices abatidas y
despertando con el pomo de su espada, en los pechos que han olvidado la manera
de respirar, el corazón aletargado de los hombres?
Escribe que “Los siglos y la Naturaleza Americana se
condensaron y dieron a Bolívar”. Y que como mar que se desborda de su cauce
cuando el Sol vierte sus rayos desde lo alto, así, como si trajera dentro del
pecho todo el fuego hasta entonces escondido en las entrañas de la tierra, se
desbordó Bolívar por América”.
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