sábado, 7 de septiembre de 2019

Estados Unidos seguirá poniendo el deshonor y la derrota; Cuba, la dignidad y la victoria




.Orlando Guevara Núñez

Si el descaro, el cinismo y la mentira fueran alguna vez a competición, el presidente de los Estados Unidos y su equipo de gobierno serían, sin lugar a dudas, los indiscutibles campeones. Son esos atributos el sentido de su vida.
Ahora se ha montado otra vez el circo para justificar nuevas agresiones contra Cuba. Y el payaso de turno es nada menos que el Secretario del Tesoro, Steven Mnuchin. Su aberración mental lo ha llevado, sumándose al coro imperial, a declarar que “A través de estas enmiendas regulatorias, el Tesoro está negando el acceso de Cuba a divisas y estamos frenando el mal comportamiento del Gobierno cubano mientras continuamos apoyando al pueblo de Cuba que tanto sufre”.
Se está refiriendo a las sanciones más recientes, relacionadas con la limitación en el monto del envío de remesas a ciudadanos cubanos, y más restricciones en las transacciones  bancarias.
Y, desde luego, pregonan abrir más el campo para los negocios en el sector privado. Su estupidez  los lleva a identificar, en Cuba, a cuentapropistas con contrarrevolución. Y  no saben que el total de esas personas en Cuba gozan de beneficios que no estarían dispuesto a perder: salud y educación gratis, seguridad social garantizada y la  ventaja de vivir en un país donde la violencia, las drogas, la discriminación racial y otras muchas lacras, son parte de un pasado que no tendrá nunca regreso.
Y esas personas tienen en sus negocios privados, en el socialismo, la estabilidad y seguridad que no podría darles nunca el capitalismo.
Ya, desde el mismo triunfo de la Revolución- y hasta hoy- todos los gobiernos yanquis han pretendido rendir a nuestro pueblo por cobardía, o matarlo por hambre y enfermedades. Para esos asquerosos y ruines propósitos, no han escatimado esfuerzos, recursos, ni los métodos más sucios.
Campañas difamatorias, amenazas, agresiones, formación y financiamiento de bandas mercenarias, sabotajes, guerra bacteriológica, intentos de aislamiento. Pero aquí estamos los cubanos, de pie. Ahora más dispuestos a seguirnos “portando mal” como dice el señor Steven. ¿Hasta dónde llegarán los desmanes del gobierno imperialista de los Estados Unidos contra Cuba? No nos importa el tiempo. Lo que sí sabemos es que el monstruo yanqui, en esta lucha, seguirá poniendo el deshonor y la derrota; los cubanos, seguiremos aportando la dignidad y la victoria.

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