domingo, 22 de septiembre de 2019

¡Triste el que muere sin haber hecho obra!




Orlando Guevara Núñez
Esta conclusión martiana está precedida de una argumentación: “Cada cual, al morir, enseña al cielo su obra acabada, su libro escrito, su arado luciente, la espiga que segó, el árbol que sembró. Son los derechos al descanso”. Este criterio martiano  fue publicado, el 26 de octubre de 1881, en el periódico La Opinión Nacional, de Caracas, Venezuela.
El tema abordado, en esta ocasión, es sobre Estados Unidos, las convenciones de los partidos  Demócrata y Republicano. Habla sobre el aspiracionismo de uno y otro partido, sobre sus representantes y lo que representan.  Enfoca  cómo  los políticos hablan de honestidad, de desinterés, de promesas que solo tendrán vida durante el período electoral. Presente el tema de la muerte del presidente Gardfield.
Pone al descubierto los pugilateos por el poder, las maniobras  para ganar votantes, las proyecciones para una vez obtenido el escaño presidencial. En ningún momento  se habla de posibilidades de mejoría de gobierno para el bien de la población. Es lucha de intereses entre los poderosos. Intereses de partidos, no de pueblo.
Afirma que hay como un despertamiento universal; como si todas las frentes se hubieran cansado de los yugos, como si la  fuerza que ha sido durante tanto tiempo señora de la libertad, fuese ahora su esclava. Los pueblos han crecido.

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