.Orlando Guevara Núñez
El 28 de septiembre de 1961-
al conmemorarse el primer aniversario de la constitución de los Comités de
Defensa de la Revolución (CDR) el Comandante en Jefe Fidel Castro, habló a
miles de integrantes de esta organización en la capital cubana.
Habló sobre el trabajo de
vigilancia revolucionaria desarrollado frente a las actividades
contrarrevolucionarias. Y ofreció datos importantes, como el de que existían
ya, solo en La Habana, 30 000 Comités de Defensa de la Revolución. Y 107 000 en
todo el país. Cada uno con el mínimo de diez personas, y otros hasta 100.
Refiriéndose al fracaso de
los enemigos, afirmó que:
“Ellos quizás no se dieron cuenta cabal, y es
posible que solo a fuerza de fracasos y de reveses lo aprendan, que no es lo
mismo luchar, que no es lo mismo la lucha de un pueblo explotado, contra la
minoría privilegiada y explotadora, que la lucha de la minoría cuando el pueblo
está en el poder, la lucha de la minoría explotadora por arrebatarle al pueblo
los derechos que ha conquistado”
“Era
imposible que los gusanos y los parásitos pudieran moverse si el pueblo, el
pueblo, que sabe demasiado bien quiénes son los gusanos y quiénes son los
parásitos, los vigilaba por sí mismo. Y
eso era con lo que no había contado el imperialismo, eso era con lo que no
había contado la Agencia Central de Inteligencia yanqui. Con lo que no había contado es que frente a
sus propósitos criminales, frente a sus propósitos contrarrevolucionarios, iba
a encontrarse un pueblo vigilante. Y esa
es otra de las lecciones que el pueblo de Cuba le ha dado al imperialismo”.
“Así, para
el pueblo, en la Revolución lo más importante es estar organizado. Cada hombre y mujer del pueblo, cada joven y
hasta cada niño, cada anciano, debe estar organizado. El ciudadano aislado, por grande que sea su
patriotismo, por grande que sea su fervor
revolucionario, carece de fuerza; carece de eficacia; la Revolución no
puede contar con las personas aisladas.
La Revolución debe contar, y solo podrá contar siempre, con las personas
organizadas”.
En esa
ocasión, Fidel planteó nuevas tareas a los CDR. Y anunció la erradicación de
los casinos de juego, y la prostitución no combatiendo a las mujeres que la
ejercían, sino ayudándolas mediante la educación y el trabajo honrado. Y castigando
a los proxenetas que vivían de la explotación de las mujeres.
Ahora, los CDR agrupan a más de 8 000 000 de
cubanos. Y durante estos 59 años de vida, han dejado su huella de trabajo en
todos los frentes de la Revolución. Y continúan haciendo crecer y defendiendo
la obra revolucionaria. Porque, sencillamente, los CDR son el pueblo.
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