.Orlando Guevara Núñez
La Revolución cubana confirmó, el 1ro. de enero de 1959, esta máxima martiana, expresada en un artículo publicado por el periódico Patria el 5 de enero de 1894, que tituló, precisamente, Año nuevo. Habla Martí de las penurias de los cubanos en el país y en el exilio: miseria, cárceles, limosnas, ¡Ese- dijo- es el año nuevo para los cubanos! Habla de desamparo y abandono. Y de las ansias de redención.
Leyendo este artículo, se nos parecen preludio de alborada las palabras de Martí.
Hace, en ese momento, otra reflexión: “Quien ve a su pueblo en desorden y agonía, sin la puerta visible para el bienestar y el honor, o le busca la puerta, o no es hombre, o no es hombre honrado”.
“El que se conforma con una situación de villanía- escribe- es su cómplice”. Se refiere al sacrificio necesario y al hecho de que quienes quieren sacrificarse tienen como enemigos a quienes no quieren sacrificarse, y afirma que de hombres de sacrificio necesita la libertad.
Plantea la interrogante de si ese año nuevo ha de servir para mantener los males de la colonia en Cuba. Y ofrece una respuesta concreta: ¡Para echar todo eso abajo es para lo que nos ha de servir el año nuevo!
Tendrían que transcurrir 65 años para que pudiera cumplirse el sueño de José Martí, sobre lo que debería ser un año nuevo en la Cuba oprimida.
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