Orlando Guevara Núñez
Como continuación de este pensamiento, afirmó Martí: “No puede un pueblo enérgico ser igual a un pueblo al que falta la energía, no puede ser el mismo el estado de un país devorado en silencio por la sinrazón, al país potente y vigoroso que se ha lanzado a las armas, y las ha sostenido, y las ha arrancado para pelear de las manos de sus enemigos”.
Esta reflexión tuvo espacio en el artículo Las Reformas, publicado en La Cuestión Cubana, en Sevilla, España, el 26 de mayo de 1873. En este trabajo, nuestro entonces joven José Martí, desentraña las falsedades de las anunciadas reformas españolas sobre su colonia cubana. Y advierte que Cuba quería antes las reformas, y avisó a España esa necesidad, antes de lanzarse a la lucha, pero ésta creyó que podía burlarse de esa aspiración.
Denunció que ante los reclamos, la metrópoli llamó a la justicia traición, a su ambición causa sagrada, y a las necesidades de Cuba infamia de sus hijos. Y no quiso reconocer nunca España, afirma, “que para los hombres que nacen en la tierra en que el cielo se parece tanto a la libertad, vida de libertad es la única que asegura la paz y el amor”.
Argumenta que la España monárquica ahogó en sangre las peticiones de Cuba, como la España republicana las ahogaba en ese momento, por lo que es lógico que Cuba se alce ahora en armas para conseguir su independencia. Y que solo por la fuerza, por el exterminio de sus hijos, por la devastación de la comarca, la República podría conservar a Cuba.
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