DISCURSO PRONUNCIADO POR EL COMANDANTE FIDEL CASTRO RUZ, PRIMER MINISTRO DEL GOBIERNO REVOLUCIONARIO, A SU LLEGADA DE LA ORGANIZACION DE NACIONES UNIDAS, EN LA CONCENTRACION FRENTE A PALACIO, EL 28 DE SEPTIEMBRE DE 1960.
Fragmentos
.Orlanddo Guevara Núñez
El próximo 28 de septiembre los Comités de Defensa de la Revolución (CDR) cumplirán 60 años de fundados. Recordamos hoy el momento histórico en que surgieron, por iniciativa del Comandante en Jefe Fidel Castro y como respuesta a las acciones contrarrevolucionarias apoyadas por el imperialismo norteamericano. En aquel histórico momento, expresó el máximo líder de la Revolución cubana.
Nosotros vimos vergüenza, nosotros vimos honor, nosotros vimos hospitalidad, nosotros vimos caballerosidad, nosotros vimos decencia en los negros humildes de Harlem (APLAUSOS). (Se oye explotar un petardo.) ¿Una bomba? ¡Deja...! (EXCLAMACIONES DE: "¡Paredón!, ¡Paredón! ¡Venceremos!, ¡Venceremos!") (CANTAN EL HIMNO NACIONAL Y EXCLAMAN: "¡Viva Cuba!, ¡Viva la Revolución!") Ese petardito ya todo el mundo sabe quién lo pagó, son los petarditos del imperialismo (ABUCHEOS). Creen... claro, mañana le irán a cobrar a su señoría y le dirán, le dirán: "Fíjate bien, fíjate bien, en el mismo momento en que estaban hablando del imperialismo sonó el petardo" (EXCLAMACIONES DE: "¡Paredón!, ¡Paredón!").
¿Lo cogieron? ¿No hay noticias? No hay noticias comprobadas. Pero, ¡qué ingenuos son! Si cuando tiraban bombas de 500 libras y hasta de 1 000 libras que decían "Made in USA" (ABUCHEOS), no pudieron hacer nada, ni cuando tiraban bombas de cientos de libras de napalm, pudieron tampoco hacer nada; y a pesar de sus aviones, sus cañones y sus bombas, los casquitos se tuvieron que rendir (APLAUSOS), y no pudieron tomar la Sierra Maestra, ni pudieron librarse de los cercos, ¿cómo van a avanzar ahora detrás de los petarditos? (EXCLAMACIONES DE: "¡Paredón!, ¡Paredón!") Son los gajes de la impotencia y de la cobardía. ¡Cómo van a venir a impresionar al pueblo con petarditos, si el pueblo está aquí en plan de resistir, no ya los petarditos (EXCLAMACIONES DE: "¡Venceremos!, ¡Venceremos!"), el pueblo está en plan de resistir lo que tiren o lo que caiga, aunque sean bombas atómicas, señores! (APLAUSOS.)
¡Qué ingenuos son! ¡Si por cada petardito que pagan los imperialistas nosotros construimos quinientas casas! (APLAUSOS.) ¡Por cada petardito que puedan poner en un año, nosotros hacemos tres veces más cooperativas! (APLAUSOS.) ¡Por cada petardito que paguen los imperialistas, nosotros nacionalizamos un central azucarero yanki! (APLAUSOS.) ¡Por cada petardito que pagan los imperialistas, nosotros nacionalizamos un banco yanki! (APLAUSOS.) ¡Por cada petardito que pagan los imperialistas, nosotros refinamos cientos de miles de barriles de petróleo! (APLAUSOS.) ¡Por cada petardito que pagan los imperialistas, nosotros construimos una fábrica para dar empleo a nuestro país! (APLAUSOS.) ¡Por cada petardito que pagan los imperialistas, nosotros creamos cien escuelas en nuestros campos! (APLAUSOS.) ¡Por cada petardito que pagan los imperialistas, nosotros convertimos un cuartel en una escuela! (APLAUSOS.) ¡Por cada petardito que pagan los imperialistas, nosotros hacemos una ley revolucionaria! (APLAUSOS.) ¡Y por cada petardito que pagan los imperialistas, nosotros armamos, por lo menos, mil milicianos! (APLAUSOS Y EXCLAMACIONES DE: "¡Pim, pom, fuera, abajo Caimanera!")
El compañero Osmany nos da una buena idea, que por qué al petardito ese no le dedicamos el Regimiento de Santa Clara y lo convertimos, en un mes, en una ciudad escolar más, lo que queda allí (APLAUSOS).
Vamos a decirle también al compañero Llanusa que al petardito ese le dedique un nuevo círculo social obrero (APLAUSOS Y EXCLAMACIONES DE: “¡Pim, pom, fuera, abajo Caimanera!").
Estos ingenuos parece que de verdad se han creído eso de que vienen los "marines" (ABUCHEOS), y que ya está el café colado aquí. Vamos a establecer un sistema de vigilancia colectiva, ¡vamos a establecer un sistema de vigilancia revolucionaria colectiva! (APLAUSOS.) Y vamos a ver cómo se pueden mover aquí los lacayos del imperialismo, porque, en definitiva, nosotros vivimos en toda la ciudad, no hay un edificio de apartamentos de la ciudad, ni hay cuadra, ni hay manzana, ni hay barrio, que no esté ampliamente representado aquí (APLAUSOS). Vamos a implantar, frente a las campañas de agresiones del imperialismo, un sistema de vigilancia colectiva revolucionaria que todo el mundo sepa quién vive en la manzana, qué hace el que vive en la manzana y qué relaciones tuvo con la tiranía; y a qué se dedica; con quién se junta; en qué actividades anda. Porque si creen que van a poder enfrentarse con el pueblo, ¡tremendo chasco se van a llevar!, porque les implantamos un comité de vigilancia revolucionaria en cada manzana... (APLAUSOS), para que el pueblo vigile, para que el pueblo observe, y para que vean que cuando la masa del pueblo se organiza, no hay imperialista, ni lacayo de los imperialistas, ni vendido a los imperialistas, ni instrumento de los imperialistas que pueda moverse (APLAUSOS).
Están jugando con el pueblo y no saben todavía quién es el pueblo; están jugando con el pueblo, y no saben todavía la tremenda fuerza revolucionaria que hay en el pueblo. Y, por lo pronto, hay que dar nuevos pasos en la organización de las milicias; hay que ir a la formación, ya, de los batallones de milicias, zona por zona, en todas las regiones de Cuba, ir seleccionando cada hombre para cada arma (APLAUSOS), e ir dándole estructura a toda la gran masa de milicianos, para que lo antes posible estén perfectamente formadas y entrenadas nuestras unidades de combatientes (APLAUSOS).
Hay una cosa que es evidente... (Alguien del público habla con el doctor Castro.) No hay que apretar antes de que llegue la hora; no hay que apurarse por eso, ¡no hay que apurarse, no hay que apurarse, no hay que apurarse! Déjenlos que se apuren ellos; nosotros: conservar nuestra serenidad y nuestro paso, que es un paso firme y seguro (APLAUSOS).
Una de nuestras impresiones en este viaje, importante, es la cantidad de odio que hacia nuestro pueblo revolucionario siente el imperialismo; el grado de histeria contra la Revolución Cubana a que ha llegado el imperialismo; el grado de desmoralización con respecto a la Revolución Cubana a que ha llegado el imperialismo. Y ya ustedes lo vieron: frente a las acusaciones de Cuba, todavía lo están pensando para responder, porque en realidad no tienen nada con qué responder.
Es, sin embargo, importante que todos nosotros estemos muy conscientes de la lucha que está llevando adelante nuestra Revolución; es necesario que todos sepamos perfectamente bien que es una lucha larga, larga y dura (EXCLAMACIONES DE: “¡Venceremos!, ¡Venceremos!"). Es importante que nos demos cuenta de que nuestra Revolución se ha enfrentado al imperio más poderoso del mundo. De todos los países colonialistas e imperialistas, el imperialismo yanki es el más poderoso, en recursos económicos, en influencias diplomáticas y en recursos militares. Es, además, un imperialismo que no es como el inglés más maduro, más experimentado; es un imperialismo soberbio, enceguecido de su poder. Es un imperialismo bárbaro, y muchos de sus dirigentes son bárbaros, son hombres bárbaros que no tienen que envidiarles absolutamente nada a aquellos trogloditas de los primeros tiempos de la humanidad. Muchos de sus líderes, muchos de sus jefes, son hombres de colmillo largo. Es, sin duda de ninguna clase, el imperialismo más agresivo, más guerrerista y más torpe.
Y nosotros estamos aquí en esta primera línea: un país pequeño, de recursos económicos escasos, librando, de frente, esa lucha digna, decidida, firme y heroica por su liberación, por su soberanía, por su destino (APLAUSOS).
La orden de Fidel estaba dada. Y esa misma noche en toda Cuba comenzaron a formarse los Comités de Defensa de la Revolución. Y comenzó la historia de una organización que hoy, a 60 años de creada, agrupa a más de ocho millones de cubanos. Una organización de ¡Patria o Muerte! ¡Venceremos!.
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