jueves, 7 de mayo de 2020

Ser culto es el único modo de ser libre





Orlando Guevara Núñez

Certera definición  de José Martí que forma parte del pensamiento de la Revolución cubana llevado a la práctica desde los días iniciales de la victoria de   enero de 1959.
Esta máxima martiana fue   publicada en la revista La América, de  Nueva York, en mayo de 1884,   en artículo titulado Maestros Ambulantes.
En este trabajo responde  a un dominicano que le pregunta cómo establecería él el sistema de maestros ambulantes, del  cual había hablado en número anterior de la revista. Le argumentan que nunca, en libro alguno, habían visto mencionar  ese tema.
En su escrito, Martí explica la necesidad que tienen los hombres de educarse. Pero no solo de la educación como instrucción sino como formadora de conciencia del bien. Por eso, al pensamiento arriba señalado antecede otro: Ser bueno es el único modo de ser dichoso.
Opina que el hombre debe conocer la Naturaleza, porque necesita de ella. “La cruzada se debe emprender ahora –dice-  para revelar a los hombres su propia naturaleza, y para darles con el conocimiento de la ciencia llana y práctica la independencia personal que fortalece la bondad y fomenta el decoro de ser criatura amable y cosa  viviente en el magno universo”. Argumenta que en lo común de la naturaleza humana, se necesita ser próspero para ser bueno.
Y es eso lo que precisamente deben llevar los maestros por los campos, asegura. “No sólo las aplicaciones agrícolas e instrumentos mecánicos, sino la ternura, que hace tanta falta y tanto bien al hombre”. Asegura que ·los hombres son todavía máquinas de comer, y relicarios de preocupaciones. Y que “” Es necesario hacer de cada hombre una antorcha”.
“La escuela ambulante es la única que puede remediar la ignorancia campesina”, explica. Por eso plantea la urgencia de abrir escuelas normales de maestros prácticos, para  regarlos por montes, valles y rincones.

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