sábado, 16 de mayo de 2020

Memorias de un campesino



En homenaje al 17 de mayo, Día del Campesino en Cuba, reproduzco algunas décimas contenida en mi cuaderno titulado Memorias de un campesino.
Orlando Guevara Núñez
                                            Autodefinición
I
                                             Soy un eterno guajiro
De quien -si rasgan su piel-
Brota el nombre de Fidel
Unido a un fusil y a un güiro.
De mi campestre retiro
El   adiós yo no concibo.
Y aunque es otro hoy mi motivo
-porque es hoy otra mi guerra-
Son mezcla de letra y  tierra
Los artículos que escribo.
II
                                           Nací en un barrio rural
Donde el hambre y la pobreza
Abonaban la riqueza
De los dueños de un central.
Había un centro espiritual
Que los pecados juzgaba;
Y viendo lo que pasaba
Todavía no me explico
Que Dios perdonaba  al rico
Y al pobre lo condenaba.

III
¿Enfermedades?
Tos ferina, sarampión,
La rubéola, varicela,
Paperas… una acuarela
De ronchas y de hinchazón.
Que no existiera atención,
Médica, era natural
Porque desde el día natal
Hasta el último en vivir,
Debía el guajiro sufrir
El abandono rural.
                                                             IV
                                          ¿Parásitos? Abundaban
En los vientres campesinos
Cuál voraces asesinos
Que en su interior habitaban.
¿Remedios que los mataban?
De yerbas había a raudales,
Pero todos esos males
No se podían curar,
Con menjunjes, sin matar
Los parásitos sociales.
                                                             V
                                                        Mascotas
Tenía a Capungo, un ternero
Que distinguía la amistad
Pero la necesidad
Lo envió pronto al matadero.
Alí, un chivo farolero,
Pipa, un pollo inteligente,
Leal, un perro valiente
Y Tumbita, una porcina
Que andaba por la cocina
Como si fuera una gente.
VI
Juguetes
                                       De cuje tenía un caballo
Que si le aplicaba el fuete
Conmigo como jinete
Corría veloz como un rayo.
Esperaba octubre o mayo
Y en las zanjas de azafrán
Tan sólo el perro Sultán
-Con su juguetón tropel-
Hundía el barco de papel
Del cual yo era el Capitán.
                                                                VII
                                                   ¿Reyes Magos?
A mi barrio  Baltasar,
Melchor ni Gaspar entraban
Tal vez porque no encontraban
Caminos por donde entrar.
Fue allí  donde vi truncar
Muchos sueños infantiles;
Allí, donde tuve miles
De ilusiones que volaron
Y al final se incineraron
En hogueras de candiles
VIII

Peleas de gallos
Un día le aposté a un canelo
Que decían era un gallazo
Pero al primer espuelazo
Soltó un grito y alzó el vuelo.
De un tiro regresó al suelo
Como herido por un rayo,
Perdí, monté mi caballo,
Y recordando esa huída
En el resto de mi vida
No aposté un centavo a un gallo.

IX
Vi un sobrero de yarey
Ya por el tiempo gastado
-sin poder ser relevado-
Pasearse por el batey.
Con agua del curujey
Suplí la función del güiro;
Y guardo de mi retiro            
Un tesoro para mí:
Las veces que amanecí
En un guateque guajiro
                                                              
                                                               X

                                         Yo vi a un guajiro implorar
Cortar un bulto de cañas
Para el hambre en las entrañas
De sus hijos mitigar.
Lo vi trabajo buscar
Sin lograrlo el año entero
Y lo vi de enero a enero
Con su machete   inhibido
Y con el rostro escondido
Tras las alas del sombrero.

XI

Ignorancia
Vi a un joven  que seducir
A una muchacha quería
Pero nada le escribía
Porque no sabía escribir.
Tenía entonces que pedir
Que otro la carta le hiciera
Y si ella decidiera
La misiva contestar
También tenía que buscar
A otro que se la leyera.



XII
Noche Buena

Recuerdo  la Noche Buena,
Que mi barrio celebraba:
Puerco asado no faltaba
Ni ron faltaba en la cena.
En una cocina llena
Hasta derroche se hacía,
Se bailaba y se comía,
De abundancia se hacía galas
En desquite de las Malas
Noches que el año tenía.
                                                         
                                                           X III
Año Nuevo
Año nuevo, se esperaba
Que  fuera  un año mejor,
Pero era siempre peor
Que el año que se acababa.
Se iba uno, otro llegaba
A hacer el mismo papel
Hasta el Año Nuevo aquel
Que escoltado por palomas
Nos llegó desde  las lomas
Trayendo al frente a Fidel
                                                          
                                                            
                                                            
                                                                XIV
                                           Pensé  que jamás la guerra
Volvería  a causarnos daño
Y que con el nuevo año
En paz labraría la tierra.
Pero ante el hijo de perra
Que  impugnó  mi libertad
Transformé por  la maldad
Del yanqui insolente y malo
A mi escopeta de palo
En  un rifle de verdad.
XV
Universidad
Fui del campo a la ciudad
Con mis mochilas de sueños
Y  conquisté mis empeños
De ir a la Universidad.
El cambio de sociedad
Me transformó  en periodista,
Pero sin perder de vista
Que soy fruto de un arado
Que de labrar no ha dejado
El camino socialista.

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