.Orlando
Guevara Núñez
En estos días de tensión causada
por las amenazas de agresión del gobierno imperialista de los Estados Unidos al
hermano pueblo de Venezuela, hemos sido testigos de las más burdas mentiras de
los gobernantes de ese país- en primer lugar su presidente- para justificar el
crimen.
No es un método nuevo. Varios
pueblos latinoamericanos y caribeños hemos sufrido esa repugnante política que
ahora reverdece, en complicidad con gobiernos traidores del área.
El caso cubano es un evidente
ejemplo. A través de la CIA, de medios de comunicación huérfanos de ética, y en
ocasiones utilizando como peones a mercenarios internos- incluyendo algunos
escondidos tras sotanas o encaramados en púlpitos de los cuales serían bajados
por Jesús si resucitara- se han fabricado las más absurdas mentiras para avalar una invasión armada a nuestro país.
Ellos mismos, en documentos ya
desclasificados, han dado a conocer esas patrañas.
El 19 de enero de 1962, después de
derrotada la invasión mercenaria por Playa Girón, organizada, armada, entrenada,
financiada y dirigida por el gobierno imperial norteamericano, en una reunión
para instrumentar el llamado Proyecto Cuba, encaminado a derrocar al Gobierno
Revolucionario, fueron discutidas varias
propuestas, todas basadas en la mentira, para propiciar la intervención.
Habían llegado a la conclusión de
que en Cuba no había oposición interna con la que pudieran contar, y que la
Revolución contaba con un apoyo popular reconocido. Pero era necesario inventar
pretextos. El caso Cuba era su mayor
prioridad. Y así lo hicieron.
En marzo de ese mismo año, el día
7, la Junta de Jefes de Estado Mayor yanqui plasmó en un documento que "la
determinación de que una sublevación interna con posibilidades de éxito es
imposible dentro de los próximos 9 a 10 meses, exige una decisión por parte de
los Estados Unidos en el sentido de fabricar una ‘provocación’ que justifique
una acción militar norteamericana positiva". Y en tal sentido aprobó
las mendaces medidas:
"Una serie de
incidentes bien coordinados se planificarían para que ocurriesen en [la base
naval de] Guantánamo o sus alrededores, a fin de crear una apariencia verosímil
de que fueron realizados por fuerzas cubanas hostiles."
"Los Estados
Unidos responderían con la ejecución de operaciones ofensivas destinadas a
asegurar los suministros de agua y energía, destruyendo los emplazamientos de
artillería y morteros que amenazan a la base. Comenzarían operaciones militares
norteamericanas en gran escala."
"Un incidente
tipo ‘Remember the Maine’ pudiera prepararse de diversas maneras."
"Pudiéramos
hacer volar un barco norteamericano en la bahía de Guantánamo y culpar a
Cuba."
"Pudiéramos
hacer volar un barco no tripulado en algún punto de las aguas cubanas."
"Pudiéramos hacerlo de manera que ese incidente ocurra
en las cercanías de La Habana o Santiago como un resultado espectacular de un
ataque cubano por aire o por mar, o desde ambas direcciones."
"La presencia de
aviones o embarcaciones cubanas que acudieran simplemente para investigar las
intenciones del barco, pudiera constituir prueba suficientemente convincente de
que el barco fue atacado."
"Los Estados
Unidos pudieran dar seguimiento con una operación de rescate por aire o por mar
bajo la cobertura de cazas norteamericanos a fin de ‘evacuar’ a los restantes
miembros de una tripulación no
existente."
"Las listas de
bajas en la prensa norteamericana pudieran causar una ola favorable de indignación
nacional."
"Pudiéramos desarrollar una campaña terrorista
cubano-comunista en el área de Miami, en otras ciudades de la Florida y en
Washington. La campaña de terror podría estar encaminada contra los refugiados
cubanos que buscan asilo en los Estados Unidos."
"Pudiéramos
hundir una embarcación llena de cubanos en ruta hacia la Florida (real o
simulada)."
"Pudiéramos
promover intentos contra las vidas de los refugiados cubanos en los Estados
Unidos, incluso hasta el punto de herir a algunos de ellos en casos que serían
ampliamente divulgados."
"Hacer explotar
unas cuantas bombas de plástico en lugares cuidadosamente escogidos, detener a
algunos agentes cubanos y dar a la publicidad documentos preparados que
fundamenten el comprometimiento cubano, también pudiera ayudar a proyectar la
idea de un gobierno irresponsable."
"Pudiera
simularse una expedición ‘desde territorio cubano y apoyada por Castro’ contra
una nación caribeña vecina de Cuba."
"El uso de
aviones tipo MiG tripulados por pilotos norteamericanos pudiera ofrecer causas
adicionales de provocación."
"El hostigamiento de aeronaves civiles, los ataques
contra barcos y la destrucción de aeronaves militares norteamericanas no
tripuladas por aviones tipo MiG, pudieran ser acciones complementarias
útiles."
"Un F-86 pintado
adecuadamente pudiera convencer a los pasajeros de una aeronave civil que
vieron un MiG cubano, especialmente si el piloto de la aeronave lo afirmara
como un hecho."
"Intentos de
secuestros de aeronaves civiles o embarcaciones pudieran hacerse aparentar como
acciones que continúan siendo promovidas por el gobierno cubano."
"Es posible
crear un incidente que demuestre de manera convincente que un avión cubano
atacó y derribó a un avión civil arrendado que volaba de los Estados Unidos a
Jamaica, Guatemala, Panamá o Venezuela."
"Los pasajeros
pudieran ser un grupo de estudiantes universitarios o cualquier otro grupo de
personas con intereses comunes como para arrendar un vuelo."
. "Es posible fabricar un incidente en el que parezca
que aviones MiG cubano-comunistas han derribado un avión de la Fuerza Aérea de
los Estados Unidos sobre aguas internacionales producto de un ataque no
provocado."
En la Demanda del Pueblo de Cuba al gobierno de
Estados Unidos por daños humanos, de mayo de 1999, están plasmadas éstas, entre
otras muchas mentiras de los gobernantes yanquis.
Vale recordar que el día 15 de abril de
1961, previo al desembarco mercenario, los aviones norteamericanos que
bombardearon los aeropuertos de Santiago de Cuba, Ciudad Libertad y San Antonio
de los Baños, portaban las insignias de las Fuerzas Aéreas cubanas.
Así ha sido siempre. Junto al crimen, la
mentira. La disposición al genocidio, Hoy, como se ha dicho, suenan de nuevo
los tambores de la guerra. Y lo que la historia demuestra es que solo los que
resisten son capaces y son dignos de la victoria. Cuba lo ha demostrado a lo
largo de 60 años. Venezuela lo está haciendo hace más de dos décadas. En ambos
casos, frente al mismo enemigo: el imperio norteamericano.
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