jueves, 14 de febrero de 2019

Base Naval de Guantánamo: una ilegalidad de 116 años






.Orlando Guevara Núñez

El 16 de febrero de 1903, mediante un “convenio”, léase una imposición del gobierno de los Estados Unidos al  del sumiso presidente Tomás Estrada Palma, Cuba arrendaba a ese país tierras “para estaciones carboneras y navales”. Esa fue la génesis de la Base Naval norteamericana de Guantánamo, territorio usurpado a nuestro país durante todo este tiempo, y convertido hoy en una prisión donde la tortura y la muerte han sido un método brutal contra  prisioneros de varios países, acusados de terroristas, sin ni siquiera ser juzgados.
El apetito imperial iba mucho más allá. Pretendieron propiedades de este tipo -además de en Guantánamo- en Nipe, Cienfuegos y Bahía Honda. Solo la actitud viril de cubanos dignos opuestos a ese robo, impidió que el mal fuera mayor. Al inicio, Guantánamo y Bahía Honda fueron los territorios incluidos, quedando luego fuera el último y permaneciendo Guantánamo en calidad de arriendo, no de venta ni concesión.
El  artículo tercero de ese “convenio” estipulaba que “En tanto las dos partes contratantes no se pongan de acuerdo para la modificación o abrogación de las estipulaciones del Convenio firmado por el Presidente de la República de Cuba, el 16 de febrero de 1903, y por el Presidente de los Estados Unidos de América el 23 del mismo mes y año (…) seguirán en vigor las estipulaciones de ese Convenio en cuanto a la Estación Naval de Guantánamo”. El despojo no pudo ser más burdo.
Han pasado 116 años desde aquella imposición. Desde el mismo triunfo de la Revolución de enero de 1959, Cuba, en ejercicio de su soberanía, ha reclamado al gobierno de los Estados Unidos la devolución de ese pedazo de territorio ilegalmente ocupado.
Los gobiernos imperialistas, no sólo se han negado a la devolución, sino que muchos de ellos convirtieron  esa instalación militar en un medio para combatir a la Revolución. Sólo entre 1962 y 1994, desde esa posesión  yanqui, fueron ejecutadas 13 498 provocaciones contra Cuba, entre éstas las que costaron la vida a los soldados cubanos Ramón López Peña y Luis Ramírez López.
Es conocido por el pueblo de Cuba que la cuota pagada por los Estados Unidos por ese territorio ascendió a unos 2 000 dólares al año. Y se sabe también que a partir de 1959 Cuba no ha hecho efectivo ninguno de esos cheques y los conserva para exponerlos algún día en un museo que recogerá la vergonzosa apropiación ilegal de una porción de nuestro territorio, cuando ésta regrese a su verdadero dueño: el pueblo cubano.
Los cubanos continuamos enarbolando la demanda sobre la devolución de la Base Naval de Guantánamo. Su mantenimiento por la fuerza, es una prueba más de la falta de seriedad del gobierno de los Estados Unidos, de su prepotencia, su naturaleza agresiva y su desprecio hacia las normas internacionales relacionadas con la soberanía de las naciones.

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