jueves, 4 de enero de 2018

Tres cuartas partes de los cubanos han nacido bajo el bloqueo yanqui




.Orlando Guevara Núñez
De cada cien cubanos, setenta y cinco  no habían  nacido cuando comenzó el bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos a Cuba. No saben lo que es vivir un día sin sentir los efectos de esa criminal medida, violatoria de las más elementales normas internacionales y de los derechos humanos de todo un pueblo.
Con el mayor de los cinismos, cada gobierno imperial de turno ha  propagado la mentira de que los problemas de la economía cubana se deben a ineficiencia de nuestro Estado y de nuestro sistema socialista. El pueblo cubano, sin embargo, ha resistido y ha mantenido su Revolución y la ha engrandecido, a costa de grandes sacrificios y privaciones.
La unidad del gobierno y el pueblo han sido más fuertes que el bloqueo. Nos han faltado bienes materiales, pero desde los primeros años de la Revolución no se ha cerrado una sola escuela, ni un hospital, ni se ha dejado de garantizar a cada cubano la asistencia social. Nadie ha quedado abandonado a su suerte. Por el contrario, Cuba ha tenido logros económicos, políticos y sociales, en el ámbito deportivo, cultural, científico y otras muchas esferas, inalcanzables para muchos países donde el sistema capitalista es el sepulturero de millones de personas.
En estos días, al concluir el año, muchos países hablan del crecimiento de su PBI –producto interno bruto- y lo anuncias como un sinónimo de desarrollo. Crecer en la economía no es lo que determina el bienestar de los pueblos. Lo que decide no es la cantidad de riquezas creadas, sino la forma en que éstas son distribuidas. Y está demostrado que en el capitalismo la riqueza se concentra cada vez en menos manos, mientras las grandes mayorías ven crecer entre ellas la miseria y el abandono.
En el 2017, la economía cubana creció un 1,6 por ciento, pese al bloqueo imperial, a los efectos climáticos, a los desastres naturales, como el huracán Irma, que causó pérdidas por 13 mil millones de pesos. Pero nadie ha quedado desamparado. Y el presupuesto del 2018 garantiza los servicios básicos a la población, sin comprometer el desarrollo del país.
He visto cifras, de algunos países, donde alardean de un  consumo per cápita de una forma engañosa. Analizan  determinados renglones solo dividiendo el total consumido, entre el total de habitantes. Pero esas cifras esconden la desigualdad de pocos que consumen mucho- incluso derrochan- y muchos que consumen poco y en ocasiones prácticamente nada.
Aún en muchos países desarrollados, millones de personas viven en la pobreza. Ese es  un mal que el capitalismo no podrá resolver nunca porque, por su esencia, la opulencia  es solo posible a costa del desamparo de la mayoría.
El socialismo en Cuba, distribuye los recursos en beneficio de toda la población, sin excepción. Es por eso que, aún bloqueados, los cubanos tenemos garantizados los bienes básicos para vivir con decoro. Y aspiramos a tener más, como resultado de nuestro trabajo y de la derrota final del bloqueo genocida que padecemos.
Hacia ese objetivo marchamos. Estamos en un proceso de perfeccionamiento de nuestro modelo económico. Son muchos los cambios ya en marcha. Pero cambios no al estilo de lo que quiere el gobierno de los Estados Unidos para nosotros. Hacemos los cambios que necesitamos y queremos para fortalecer el socialismo, para hacerlo cada día más próspero  y sostenible.
Así, cada día serán más los cubanos nacidos después del inicio del bloqueo. Y si un día llegaran a ser el total de la población, tenemos la seguridad de que perdurará la misma decisión: luchar, resistir, vencer. Esa es la clave de la victoria.

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