.Orlando Guevara Núñez
El Comandante Julio Camacho Aguilera fue
un destacado combatiente clandestino y encabezó las acciones del 30 de
Noviembre de 1956 en Guantánamo. En Santiago de Cuba, ocupó la responsabilidad de Primer Secretario del Partido.
El 30 de noviembre de 1985, en el acto central conmemorativo por esta
efeméride, se refirió a esta ciudad y a sus luchas en los siguientes términos:
“No resulta fácil encontrar
las palabras que expresen la profunda emoción
que sentimos al evocar el recuerdo de épicas hazañas que tuvieron como
escenario el marco de esta ciudad, calificada como la tierra heroica de
Santiago de Cuba. Aquí la Generación del Centenario rompió la noche oscura de
la opresión, despertando a la ciudad y convocando al combate. La sangre que
vertieron en el Moncada, prendió la llama de la lucha armada que se multiplicó
por todo el territorio nacional”
“Entre uno y otro levantamiento armado, continuó la
lucha, nunca hubo reposo”.
(…) “La sangre derramada se convertiría en bandera,
el ejemplo de los caídos señalaba el camino del que ya no podríamos separarnos
hasta lograr la victoria definitiva”
(...) “Hoy, al recordar las
acciones del 30 de Noviembre, pensamos que aquel día se fogueó la organización
clandestina y se vistió de verde olivo cuando un grupo de valientes jóvenes
desafió la represión y empuñó las armas en simbólica conjunción; una vez más
Santiago se teñía con la sangre de sus
hijos, los que dejaron a la
juventud un testimonio de valor y heroísmo imperecedero”.
“El pueblo de Santiago, que
formó hombres de la talla de Antonio Maceo, ha sido portador de las banderas
que fueron enarboladas en cada acción a lo largo de cien años de lucha” (…)
“Aquí está la ciudad que
aquel día vio por primera vez a los jóvenes revolucionarios vistiendo el
glorioso uniforme verde olivo del Ejército Rebelde. La misma ciudad que ayudó,
alentó y escondió a los revolucionarios, convirtiéndose en bastión de
rebeldía”.
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