.Orlando Guevara Núñez
Como es conocido, la aplicación de la Segunda – y última- Ley de Reforma Agraria, coincidió, el 3 de octubre de 1963, con el inicio del ciclón Flora. Y hubo un episodio muy poco conocido cuyo contenido comparto hoy con los lectores.
En la zona de Cauto del Paso, perteneciente a Cauto Embarcadero, el Partido tuvo que enfrentar después del Flora la importante tarea de la nacionalización de las fincas afectadas por la Segunda Ley de Reforma Agraria. Por problemas de estructura territorial, el día 3 de octubre nadie intervino las fincas enclavadas en ese territorio. Cuando bajaron las aguas, nos dimos a la tarea de nacionalizar diecisiete fincas, de las cuales algunos de sus dueños habían comenzado a sacar bienes, con el objetivo de ponerlos a buen resguardo contra la Ley. Sin embargo, la acción revolucionaria superó en agilidad a quienes pretendían burlarse de ella.
La única finca de más de cinco caballerías que en esa zona no fue nacionalizada, pertenecía a un campesino que junto a su familia la trabajaba. El día que llegamos para ejecutar la intervención, el dueño nos mostró una fotocopia de una nota dirigida a Héctor Gómez, para esa fecha Secretario General del Partido en la Región Tunas-Puerto Padre, en la cual se planteaba exonerar esa finca de la aplicación de la Ley, por razones convincentes.
En aquel momento, no obtuve esa copia, pero recordé siempre el caso. Después de más de treinta y cinco años de aquel suceso, rememorando con el doctor Juan Mir,
Jefe del Departamento Legal del INRA en 1963, el proceso de la Segunda Ley de Reforma Agraria, por casualidad le mencioné la nota de referencia. Y, para mi sorpresa, Mir me mostró una fotocopia de aquel documento, que a continuación transcribo y por sí sola se explica.
Héctor:
He estado de visita, al recorrer esta zona, en casa de Manuel Verdecia Rivera, finca Saraiba. Encontré que él estaba preocupado por lo de la Ley Agraria: tiene 8 caballerías, que trabaja con sus hijos, uno de los cuales tiene familia.
Hay que contemplarlo como el caso de dos hermanos. Le di garantías de que no se le tocarán, porque la Ley no se hizo para casos como éste. Son además gente que viven y trabajan en la tierra.
Sería muy bueno explicar bien a los campesinos la ley y que cuando son varios hermanos trabajando en la tierra no se les aplica esta ley aunque pasen de cinco caballerías en conjunto, tal como se explica en la Ley.
Fidel Castro Ruz
Finca Saraiba,
Cauto del Paso,
Octubre 9, 63
Según Mir, este documento trazó pautas en la aplicación de aquella medida y muchos casos fueron rectificados y devueltas las fincas en la otrora provincia de Oriente. El ya falleció, pero una la copia de aquella histórica nota de Fidel es conservada por su esposa, aquí, en Santiago de Cuba. Una prueba más del sentido de justicia de Fidel.
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