Orlando Guevara Núñez
Cuando José Martí vertió ese pensamiento, estaba hablando sobre los peligros que amenazaban a la unidad de los pueblos de América Latina El trabajo periodístico fue publicado en el diario La América, de Nueva York, en octubre de 1883, con el título: Agrupamiento de los pueblos de América.
Comienza lamentando cómo “¡Tan enamorados que andamos de pueblos que tienen poca liga y ningún parentesco con los nuestros, y tan desatendidos que dejamos otros países que viven de nuestra misma alma, y no serán jamás- aunque acá o allá asome un Judas la cabeza- más que una gran nación espiritual!”
Habla sobre la admiración a la grandeza ajena, con cuño de Francia o Norteamérica, a las ideas e historia de otros Estados con otras ideas y otra historia, con lo cual se pierden las fuerzas para que nuestros pueblos se presenten ante el mundo que los ven desmoronados.
Expresa Martí el anhelo de poner” alma a alma y mano a mano” a los pueblos de América Latina. Y habla sobre “colosales peligros” que es necesario evitar, y veía fácil y brillante hacerlo, y lograr el agrupamiento de una familia de pueblos americanos.
Cuando afirma que pensar es prever, añade que es necesario ir acercando lo que ha de acabar por estar junto. Alerta sobre la realidad de que a no ser así, crecerán odios, no existirá defensa ante los peligros y se vivirá en perpetua batalla entre hermanos por apetito de tierras.
Afirma que no existen en América del Sur y del Centro, razones como en Europa y Asia para combates entre razas rivales. ¡Guerras horribles, las guerras de avaros!, exclama.
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