.Orlando Guevara Núñez
San
Luis, importante centro poblacional, ubicado a unos 25 kilómetros de
Santiago de Cuba, fue liberado por
fuerzas del Ejército Rebelde, el 8 de diciembre de 1958, como parte de la
ofensiva que desmanteló una a una las guaridas de la tiranía batistiana en esta
región oriental cubana.
Desde
el punto de vista de las comunicaciones, San Luis representaba un punto de
mucha importancia, al converger en él un nudo ferroviario y de carreteras, lo
que implicaba, además, la presencia de más de dos centenares de efectivos
militares de la tiranía batistiana, bien armados y ocupando posiciones que los
favorecían en el combate, entre éstas el
cuartel, la estación de policía, un aserrío y la estación de ferrocarril.
La
columna 17 Abel Santamaría, del Segundo
Frente Oriental Frank País, dirigida por el comandante Antonio Enrique
Lussón, repitió en San Luis el protagonismo combativo de esos días, en acción
combinada con la columna 9, del Tercer Frente Oriental Dr. Mario Muñoz
Monroy.
Tras
una fuerte resistencia, las tropas rebeldes que comandadas por los capitanes
Raúl Menéndez Tomassevich y Félix Duque Guelmes habían sitiado el poblado,
avanzaron hacia el interior de éste y rindieron la estación de policía, tomando
más de una veintena de prisioneros y ocupando 25 armas, entre éstas 20
automáticas.
Un
refuerzo batistiano, sin embargo, apoyado por la aviación, salió hacia San
Luis, logró llegar y penetrar en el poblado, con una fuerza superior a la de los revolucionarios, que se
retiraron, pero sin levantar el cerco. En el primer intento no se pudo tomar
San Luis, pero el empeño rebelde continuó y entre los días 6 y 7 de diciembre
se retomó el ataque.
En
esta ocasión, fueron tomados el aserrío y la estación de ferrocarril, quedando
en posesión del enemigo sólo el cuartel, defendido con tenacidad
por sus ocupantes. Ante esa situación, un poderoso refuerzo salió desde
Santiago de Cuba para socorrer a los sitiados. Dos tanques de guerra, seis
camiones llenos de soldados y dos carros de exploración integraban este
contingente. Pero dos emboscadas rebeldes lo interceptaron en la carretera Santiago-Palma
Soriano, causándole importantes bajas. En otro trecho de la carretera Palma-San
Luis, tropas del Tercer Frente Oriental,
al mando de Vilo Acuña, luego de un fuerte combate durante toda la noche,
lograron detener el refuerzo.
Al
día siguiente, apoyado ahora por aviones bombarderos B-26, las tropas
batistianas reanudaron su marcha, rescataron a los sitiados y retrocedieron
hacia Palma Soriano. Era el 8 de diciembre de 1958. Quedaba de esa forma listo
el escenario para que las tropas rebeldes entraran definitivamente al poblado,
en la mañana del día 9, pasando San Luis a formar parte del Territorio Libre de
Cuba, luego de 16 días de combates.
En
los días sucesivos, proseguiría impetuosa la ofensiva rebelde que, con el
nombre de Operación Santiago, estrechaba cada día más el cerco a la capital
oriental, Santiago de Cuba. Así el 9 de diciembre caería Baire, el 17 El Cobre,
el 19 Jiguaní, el 27 Palma Soriano y el 30 Maffo, último reducto enemigo entre
Santiago de Cuba y Bayamo. Para esa fecha, a la tiranía batistiana le quedaban
sólo horas de existencia. El triunfo definitivo de la Revolución, estaba a las
puertas y sólo tendría que esperar el amanecer del 1ro. de enero de 1959
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