.Orlando Guevara Núñez
El máximo líder de la Revolución cubana, Comandante en Jefe Fidel Castro, tuvo siempre una fe ilimitada en los jóvenes. Siempre vio en ellos una fuerza decisiva en la sociedad. He aquí algunos de sus conceptos, planteados sobre la juventud cubana.
Nuestros jóvenes, los jóvenes cubanos tienen un derecho muy grande a todo el cariño del pueblo, a la admiración del pueblo, al respeto del pueblo. Nuestros jóvenes, los jóvenes cubanos tienen muchas razones para sentirse orgullosos, tienen muchas razones para sentirse satisfechos.
¿Por qué miramos con admiración a los jóvenes?, ¿por qué miramos con cariño a los jóvenes? Miramos con admiración y con cariño a los jóvenes porque los jóvenes han hecho mucho por esta Revolución nuestra), porque los jóvenes han escrito páginas de heroísmo muy grande en esta Revolución nuestra; porque los jóvenes nos han dado sobradas razones en todos los órdenes para tener fe en los jóvenes. Por todo lo que han hecho los jóvenes, por todo lo que han hecho en la historia de nuestra patria, por todo lo que han hecho en la historia de nuestra Revolución, es por lo que nosotros creemos en los jóvenes, creemos en los jóvenes, creemos en los jóvenes —y lo repito— porque creer en los jóvenes significa una actitud, creer en los jóvenes significa un pensamiento.
Creer en los jóvenes determina una conducta, y la conducta de nosotros, dirigentes revolucionarios, no sería la misma; si no tuviésemos fe en los jóvenes, si no creyésemos en los jóvenes, nuestra conducta y nuestra actitud sería distinta; nuestro trabajo con los jóvenes sería distinto y los resultados, de no creer o de creer, serían también muy distintos.
Es necesario que creamos en los jóvenes. Creer en los jóvenes no es ver en los jóvenes a la parte del pueblo simplemente entusiasta; no es ver en los jóvenes a aquella parte del pueblo entusiasta pero irreflexiva; llena de energía, pero incapaz, sin experiencia. Creer en los jóvenes no es ver a los jóvenes simplemente con ese desdén con que muchas veces las personas adultas miran hacia la juventud.
Creer en los jóvenes es ver en ellos además de entusiasmo, capacidad; además de energía, responsabilidad; además de juventud, ¡pureza, heroísmo, carácter, voluntad, amor a la patria, fe en la patria! , ¡amor a la Revolución, fe en la Revolución, confianza en sí mismos!, convicción profunda de que la juventud puede, de que la juventud es capaz, convicción profunda de que sobre los hombros de la juventud se pueden depositar grandes tareas.
Creer en la juventud es ver en la juventud la mejor materia prima de la patria, la mejor materia prima de la juventud, de la Revolución; creer en la juventud es mirar todo lo que nuestra juventud puede hacer; es ver en esa juventud los dignos continuadores de la obra revolucionaria; es ver en la juventud a mejores continuadores o constructores de la obra revolucionaria mejores todavía que nosotros mismos.
Creer en la juventud es ver en ellos la generación del mañana, una generación mejor que nuestra propia generación, una generación con muchas más virtudes y muchos menos defectos que las virtudes y los defectos de nuestra propia generación.
Porque creemos en los jóvenes, es porque tenemos una determinada actitud ante los jóvenes. Pero es que los jóvenes de nuestro país se han ganado esa fe; los jóvenes de nuestro país se han ganado ese derecho a nuestra admiración
Esa confianza no dejó nunca de crecer y se mantiene hoy por la dirección revolucionaria cubana. Ha sido una confianza no otorgada, sino ganada.
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