.Orlando Guevara Núñez
Entre los grandes crímenes del imperio norteamericano contra el pueblo de Cuba, con el fin supremo de destruir a la Revolución, está el iniciado en marzo de 1962, cuando llegó a elaborar un calendario para lograr ese fin.
Se trata de la Operación Mangosta – nombrada inicialmente Proyecto Cuba- fraguada después del desastre de la invasión mercenaria de Playa Girón.
Para lograr su propósito fueron trazadas 32 tareas en las áreas de inteligencia, políticas, económicas, psicológicas y militares. En noviembre de 1961, había quedado integrado el equipo, al mando de un general norteamericano, encargado de cumplir esas tareas mediante un cronograma bien definido.
En marzo de 1962, serían iniciadas las acciones con una preparación previa, como habían sido la expulsión de Cuba de la OEA, la ruptura de relaciones de Estados Unidos y la firma del presidente Kennedy del bloqueo a nuestro país. Otras medidas fueron el intento de crear en Cuba una oposición interna a la que, valga decirlo, no le tuvieron nunca confianza para asumir un liderazgo en este país.
La segunda etapa de la Operación Mangosta era de abril a julio, en la cual se fortalecerían las actividades clandestinas, bajo la jefatura, desde luego, de la Agencia Central de Inteligencia de los Estados Unidos (CIA).
El primer día de agosto figuraba en el cronograma dedicado a desencadenar los mecanismos para la sublevación, bajo el supuesto de que el pueblo se rebelaría contra la Revolución, pasando a octubre con una revuelta generalizada. Por último, octubre de 1962 sería el escenario para el fin del Gobierno Revolucionario y la instauración de uno nuevo que permitiera el regreso a Cuba de los explotadores y fuera agradable para los Estados Unidos. La intervención militar norteamericana estaba dentro de los planes de Mangosta.
Los repetidos fracasos durante toda su preparación y ejecución, hicieron que la Operación Mangosta se convirtiera en otro rotundo fracaso. Después de la Crisis de Octubre, el propio presidente Kennedy decretó la defunción de ese proyecto criminal.
Así, octubre de 1962 tiene para los cubanos el significado de dos grandes victorias contra el imperio norteamericano: La de la Crisis, llamada también de los Misiles, y contra la Operación Mangosta. En ambos casos, el pueblo cubano enalteció su vocación patriótica y su decisión de morir de pie libre y soberano antes que vivir de rodillas cobarde y servil ante un amo.
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